Han pasado noventa y cinco años desde el nacimiento de los Estudios Mosfilm, principal pilar de la industria cinematográfica durante la Unión Soviética, y que han seguido importando después. Bajo su sello se produjeron a lo largo de casi un siglo cerca de tres mil películas de maestros como Eisenstein, Tarkovski, Kurosawa y otros. Los Estudios Mosfilm han sido testigos de la historia del cine soviético y ruso prácticamente desde sus inicios, sobreviviendo a las no pocas transformaciones sociales y políticas que ha atravesado el país.
Lenin había dicho que “de todas las artes, el cine es para nosotros la más importante”. Seguramente se refería menos al arte que al medio, pero en los primeros años de la revolución ambos conceptos no fueron contradictorios. Mosfilm surge de la fusión de dos productoras que ya trabajaban en el cine ruso y soviético de la primera mitad del siglo XX. Una pertenecía a Alexander Yanzhonkov, pionero en el terreno del largometraje, y la otra a I.N. Yermolev. Con la nacionalización del cine en 1919, ambas productoras pasaron a manos del estado, y cuando se creó en 1922 Goskino (el Instituto Soviético del Cine) se convirtieron en las Empresa 1 y 2, que al año siguiente se unieron en un solo estudio inaugurado con la realización de En las alas de Boris Mijin, estrenada en enero de 1924.
Desde entonces Mosfilm no ha dejado de producir, desde clásicos de la vanguardia soviética como El acorazado Potemkin de Eisenstein, Cama y sofá de Abram Róom, Tempestad sobre Asia de Pudovkin o Arsenal de Dovzhenko, así como algunos de los títulos mayores de los años cincuenta como Vuelan las grullas de Mijail Kalatozov, El destino de un hombre de Bondarchuk o La balada del soldado de Chujrai. Y los estudios hicieron también muchas otras cosas, desde la ganadora del Oscar Moscú no cree en lágrimas hasta Dersu Uzala de Kurosawa algunas de las obras maestras de Tarkovski, cineasta que no dejó empero de tener sus problemas. Y el abanico podría abrirse a películas de temática y estilo muy diversos, desde musicales hasta cuentos de hadas, desde biopics a westerns.
Tras la disolución de la Unión Soviética, Mosfilm continuó operando como una empresa cuasi privada presidida por el cineasta Karén Shajnazárov, de quien este ciclo aporta un par de títulos. La selección no agota, por cierto, la variedad y la riqueza de la producción de Mosfilm, pero reúne varios ejemplos significativos, y muy representativos de su trayectoria.
DIR: Andrei Tarkovski / 182 min.
Unión Soviética 1966.
DIR: Karén Shajnazárov / 97 min.
Unión Soviética 1988.
DIR: Sergei Popov / 82 min.
Rusia 2015.
DIR: Nikolay Lebedev / 97 min.
Rusia 2002.
DIR: Karén Shajnazárov / 105 min.
Rusia 2008.
DIR: Nikita Mijalkov / 143 min.
Unión Soviética 1979.
DIR: Sergéi Bondarchuk / 137 min.
Unión Soviética 1975.
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