Durante casi medio siglo, el recientemente fallecido fotógrafo brasileño Sebastião Salgado recorrió los continentes tratando de captar los cambios de la humanidad. Cuando el mundo parecía cada vez más indistinto, a través de sus fotografías nos mostró la belleza de lo periférico, lo oculto, lo dejado de lado. Fue testigo de grandes acontecimientos que han marcado la historia reciente: conflictos internacionales, hambruna, éxodos, etc.
Para La sal de la tierra, concebida con la colaboración de su hijo Juliano y Wim Wenders, Salgado decidió visitar territorios vírgenes con grandiosos paisajes y fauna y flora exóticas, buscando lo que alguien ha denominado “la belleza del planeta”.
DIR: Wim Wenders, Juliano Ribeiro Salgado / 110 min.
Francia, Brasil, Italia 2014.