foto Mujer en Guerra

Mujer en Guerra

Kona fer í stríð

Islandia, Ucrania, Francia, 2018

Dirección: Benedikt Erlingsson

Guión: Ólafur Egilsson, Benedikt Erlingsson. Fotografía: Bergstein Björgúlfsson. Música: David Thor Jonsson. Producción: Slot Machine/ Gulldrengurinn/ Vintage Pictures/ Nordisk Film. Elenco: Halldóra Geirharðsdóttir, Jóhann Sigurðarson, Juan Camilo Roman Estrada, Jörundur Ragnarsson.

Duración: 101 minutos

La protagonista es una rebelde profesora de canto que ha pasado los cincuenta. El blanco de su rebelión son las empresas transnacionales que explotan las minas de aluminio de su país, contribuyendo con la polución de los ríos y del suelo, aumentando la grieta existente entre la naturaleza y la gente y corroborando que los valores superfluos de progreso basado en la economía y el consumo, terminan siendo funcionales a los intereses de los menos.

El abanico de temas que la película plantea es a la vez universal y muy actual: las relaciones sociales, el cambio ambiental, el empeño del Estado en meterse donde no debe mientras descuida las funciones que debería cumplir, los riesgos del progreso tecnológico evitando, sin embargo, la tontería opuesta de la tecnofobia). Pero no sólo. A nivel de las relaciones entre los personajes, plantea cuestiones como la maternidad, el racismo y el ambiguo papel de los medios de comunicación.

El eje principal lo constituyen, de todos modos, la necesidad de reaccionar ante el cambio climático y el abuso del ecosistema, la reflexión sobre los excesos del consumismo y el respeto por la naturaleza.

El director Benedikt Erlingsson y su colibretista Ólafur Egilsson, eligen un tono que oscila entre el humor surrealista y el melodrama, con toques de aventura y denuncia social. El principal giro dramático se produce cuando la protagonista debe decidir continuar adelante con su lucha o centrarse en su adopción de una niña ucraniana. En este momento aparecerá la figura de su hermana, interpretada por la misma actriz, que ayuda a dar aire a la trama y ser una pieza clave en la resolución de todo. Allí asoma una de las cartas fundamentales de la película, su doble protagonista Halldóra Geirharosdóttir, que otorga dosis de fuerza y credibilidad cada vez que asoma en la pantalla. La otra gran carta radica en el esmero fotográfico para explorar la naturaleza. Esa Islandia verde y casi deshabitada que se convierte también en un personaje del drama. Premio del público en el festival de Sevilla, mejor actriz (Geirharðsdóttir) en Valladolid.

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