Estados Unidos, 2000
Dirección: Stephen Frears
Guion: D.V. DeVincentis, Steve Pink, John Cusack, Scott Rosenberg, sobre novela de Nick Hornby. Fotografía: Seamus McGarvey. Música: Howard Shore y otros. Producción: Touchstone Pictures, Working Title Films, Dogstar Films, New Crime Productions. Elenco: John Cusack, Jack Black, Joelle Carter, Iben Hjejle, Tim Robbins, Lili Taylor, Lisa Bonet, Sarah Gilbert, Joan Cusack. .
Duración: 107 minutos
Rob Gordon (John Cusack) tiene en Chicago una tienda de discos de vinilo que está a punto de quebrar. Comparte su afición por el vinilo con sus dos empleados, Dick (Todd Louiso) y Barry (Jack Black). En la tienda, los tres reflexionan y discuten sobre la música que aman. Pero Rob tiene otro problema: quiere volver con su antigua novia Laura (Iben Hjejle), que está saliendo con otro muchacho.
Gordon cuenta en primera persona y dirigiéndose directamente al espectador (lo que permite la identificación con el personaje casi de manera instantánea) todos sus pensamientos y sus dolores de cabeza, en lo que parece una crisis de los treinta años, haciendo balance (principalmente de sus fracasos amorosos) con el fin de recuperar una estabilidad perdida y todo ello en clave de humor, con resultado frecuentemente apreciable.
La película despliega un considerable encanto apoyado en la excelente interpretación de John Cusack y sus estimables secundarios, con particular destaque para Jack Black, Joan Cusack, Todd Louiso y Tim Robbins. Pero hay otro actor, y es la música.
Toda la historia gira en torno a vinilos, discos y canciones, con escenas impagables como tener que elegir un top 5 de canciones según el sentimiento o la situación en que uno esté en ese momento. Rob se encuentra al borde de la quiebra por negarse a vender "música basura", y uno de los atractivos de la película es el acompañamiento musical de muchas de las escenas, canciones de diversos estilos de la gran historia de la música. La difícil situación de Rob evoluciona mientras cuenta sus grandes decepciones en la vida, siempre asociándolas subconscientemente con alguna canción o disco. Un repaso seguramente incompleto de ese catálogo sonoro permite detectar desde “Always See Your Face” de Love hasta “Dry the Rain” de The Beta Band, pasando por grandes temas como “Who Loves The Sun” de Velvet Underground, “Lo Boob Oscillator” de Stereolab, “Most of The Time” de Bob Dylan o “I Believe” de Stevie Wonder. Es también destacable la interpretación de Lisa Bonet de “Baby I Love Your Way” de Peter Frampton y la de Jack Black de “Let's Get It On” de Marvin Gaye.
Por motivos nunca debidamente explicados, Alta fidelidad desató el furor por las listas, flagelo que ahora debemos soportar en casi cada página web que decida elaborar el ranking de casi cualquier cosa. Siempre nos quedará volver a la inspiración original que es esta película, en cuya base hay una elogiada novela de Nick Hornby que dio lugar, además, a un musical de Broadway. El director Stephen Frears (Mi bella lavandería, Relaciones peligrosas, Ambiciones prohibidas, Héroe accidental, El secreto de Mary Reilly, La reina, Philomena, otras) es un realizador ecléctico cuyo cine suele valer lo que el material que le alcanzan para que dirija. En esta ocasión el material es bueno, lo que construyó un fiel ejército de seguidores que transformó a Alta fidelidad en un film de culto.
Cinco razones por las que Alta fidelidad en la trasnoche en Cinemateca, el último sábado del mes de la primavera, puede romperte el corazón: