Francia, 1957
Dirección: John Berry
Con Dorothy Dandridge, Curt Jürgens, Jean Servais, Roger Hanin, Guy Mairesse, Alex Cressan
Duración: 98 minutos
Varias décadas antes de que Spielberg filmara Amistad, Berry logró generosos recursos de producción para filmar otra rebelión de un grupo de prisioneros africanos, víctimas del tráfico de esclavos. Se basa en un relato de Prosper Mérimée, que condenó ese infame negocio antes de que fuera ilegal en la mayoría de los países. Hoy el film está olvidado, pero en su momento fue un éxito imprevisto en Estados Unidos, donde se estrenó en sintonía con el crecimiento de los movimientos por los Derechos Civiles y antes del apogeo de la llamada blaxploitation. Berry sabía de persecuciones y proscripciones. Como militante de izquierdas filmó sin figurar el cortometraje Hollywood Ten sobre los diez artistas de la industria condenados a prisión por negarse a declarar ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas. Paradójicamente, Berry fue denunciado por su colega Edward Dmytryk, uno de los diez, el único que no soportó la prisión y decidió declarar para que lo dejaran en libertad. Así la carrera de Berry quedó interrumpida en Estados Unidos y debió continuarla, con diversa fortuna, en Europa.
El centenario de El acorazado Potemkin sirve de excusa en esta oportunidad para revisar otras formas de la rebelión náutica que se han dado en la historia del cine. En esta selección, que prioriza films poco vistos, se encontrarán otros marineros rebeldes, motines protagonizados por esclavos pero también por esclavistas, alzamientos reales y ficticios, rebeliones llevadas adelante por oficiales...