En los bosques traicioneros y pantanosos que conforman la llamada “frontera verde” entre Bielorrusia y Polonia, los refugiados de Medio Oriente y África que intentan llegar a la Unión Europea quedan atrapados. Es una crisis geopolítica cínicamente diseñada por el dictador bielorruso Alexander Lukashenko que, en un intento por provocar a Europa, atrae a los refugiados a la frontera mediante propaganda que promete un paso fácil a la UE.
Ambientada en un reciente octubre de 2021, la película se divide en cuatro episodios de distinta duración que buscan ofrecer una composición poliédrica de una compleja y violenta situación contemporánea. El primer capítulo sigue a una familia siria que lucha por cruzar la frontera y llegar a la Unión Europea, donde los esperan. El segundo atiende a la encrucijada moral en la que se encuentra un guardia fronterizo. El tercero acompaña a un grupo de activistas que ayudan a los refugiados. Y el último sigue a Julia, una joven psicóloga que al presenciar una tragedia humana decide dejarlo todo y ponerse a ayudar en la zona divisoria. En un potente blanco y negro potente, la película plasma minuciosamente el sufrimiento de los refugiados, mientras denuncia sin tapujos las políticas filofascistas del gobierno polaco de ese momento, la dictadura bielorrusa y la pasividad cómplice de toda Europa.
La directora Holland despliega su material con un sostenido realismo, en el que predominan la cámara en mano, los planos de seguimiento y los encuadres más cerrados, focalizados en más de un caso en los rostros de los personajes. De esta manera, consigue transmitir esa angustia con la que conviven muchas personas en la franja entre Bielorrusia y Polonia (así como entre tantos otros puntos geográficos).
Vale la pena recordar que Agnieszka Hollland comenzó su carrera trabajando como asistente de dirección con Krzysztof Zanussi, y con Andrzej Wajda como su mentor. Su primer largo como directora fue Actores de provincia (1978), uno de los buques insignia del cine polaco llamado de “inquietud moral”, ganador del Premio de la Crítica en el Festival de Cannes Film en 1980. En 1985 dirigió Cosecha amarga, nominada al Oscar para película en lengua no inglesa. También su Europa Europa (1990) recibió una nominación al premio de la Academia (mejor libreto) e In Darkness (2011) fue igualmente candidata como película extranjera. Antes había hecho entre otras cosas
Complot contra la libertad (1988), sobre el asesinato del padre Popieluszko, capellán del sindicato Solidaridad, por agentes de la policía política del régimen comunista.
Esta película, que ofrece una versión desgarradora de la crisis de refugiados en Europa, fue premiada por el jurado del Festival de Venecia 2023.