Argentina, 2020
Dirección: Antony Nicolle, Ariel Broitman
Guión: Antony Nicolle, Ariel Broitman. Fotografía: Garson Delecluza. Producción: Antony Nicolle, Ariel Broitman. Elenco: Gabriel Garrido. Marcus Holler, Ricardo Massun, Christian Roht, Don Januario Sriocó, Darko Sustersic, Cristina Vera
Duración: 100 minutos
Hay un tesoro encontrado en Paraguay que contiene 5.000 partituras barrocas de la época jesuita. Ricardo Massun, músico, luthier e investigador argentino viaja a Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia en busca de más información para recrear los sonidos de esa época.
“La película nació del descubrimiento de Hans Roth, un arquitecto suizo que en el año 1973 apoyó su mano en una pared de adobe y encontró 5.000 partituras originales del siglo XVI escritas en su mayoría por indígenas. Fue una historia fascinante que desde un primer momento me atrapó”, ha explicado el director Ariel Broitman.
La película narra el viaje del boliviano Ricardo Massun, motivado por el encuentro de
Roth de las partituras, que le genera la profunda convicción de querer realizar en la música
lo que Roth realizara en la arquitectura. De regreso a Buenos Aires, comienza a realizar
copias de los instrumentos originales porque si Europa realiza su música con instrumentos
originales europeos, la música barroca latinoamericana debe hacerse con los instrumentos
correspondientes.
La narración de la película discurre entre ensayos, conciertos, viajes y la fabricación de
instrumentos que giran en torno al movimiento barroco misional americano organizado a
través de la voz en off del protagonista, quien acaba escribiendo un diario de viaje que,
posteriormente, se convirtió en el libro La memoria del Secreto. Finalmente, con madera
de cedro boliviano, Ricardo Massun construye un violone antiguo jesuítico para regalárselo
al Papa Francisco.
Al viajar por el continente y buscar partituras, instrumentos y fotografías, Massun se encuentra con historiadores indígenas brasileños, músicos clásicos. Massun, como historiador de la música, se preocupa por esas pistas que todavía pueden encontrarse al armar un rompecabezas que lo hace viajar y conocer gente de todos los orígenes. Esta es quizás la parte más interesante de la película porque efectivamente nos abre los ojos a la grandeza y abundancia de nuestro continente. El investigador se conecta con productores locales a quienes su musicalidad les fue transmitida a través de la traducción oral. Es en este momento que resurge una fuerza que ha resistido las más diversas formas de imposición cultural. Una ventana abierta a toda una zona de la cultura de América.