El cine checo era ya uno de los mejores del mundo (acaso solamente el cine clásico norteamericano, el italiano y en menor medida el francés podrían competir con él legítimamente) antes de la eclosión de la famosa Primavera de Praga, y continuó siéndolo tras el intervalo de represión y silencio que siguió a la invasión del país por los tanques del Pacto de Varsovia en 1968. La producción de lo que
todavía era una unidad llamada Checoslovaquia (la división entre República Checa y Eslovaquia es posterior al desplome del autodenominado “socialismo real”) conoció su primer conato de notoriedad internacional con la obra de Gustav Machaty. Sobre todo dos historias de adulterio audaces para su época, Erotikon (1927) y especialmente Éxtasis (1933); esta última lanzó a la fama a una
actriz que todavía se llamaba Hedy Kiesler, pero que sería conocida luego como Hedy Lamarr. Hay otros nombres importantes en esa época, como los de Martin Fric y sobre todo Otakar Vavra, cuyo
primer film es de 1937, aunque desarrolló lo más significativo de su obra luego de la Segunda Guerra Mundial. En 1947 se inauguró la Facultad de Cinematografía de la Academia de Artes y Música de Praga. Ese mismo año, Checoslovaquia obtuvo el León de Oro en Venecia con Sirena, de Karel Stekly, una historia de luchas obreras en Bohemia hacia 1900. Por entonces se hace un cine patriótico o propagandístico de decoroso nivel. Vavra rueda La barricada silenciosa (1947), una historia de resistencia antinazi, y una trilogía sobre el líder religioso Jan Hus. Importan también otros nombres como los de Jirí Weiss y Jirí Krejcík, y sobre todo los notables animado res Jirí Trnka y Karel Zeman. La eclosión de un cine inconformista en los años sesenta obedece a varias razones. Una de
ellas es la atmósfera de mayor independencia creativa de la que gozaron los cineastas a partir del XI Congreso del Partido Comunista en 1962, que hizo desaparecer la tutela del llamado Consejo Artístico-Ideológico, transfiriendo sus responsabilidades a los propios creadores. Por cierto, no todos los problemas desaparecieron, y algunos creadores sufrieron la censura antes de que los tanques soviéticos del ‘68 agravarán las cosas; La fiesta y los invitados, 1965, de Jan Nemec, estuvo retenida bastante tiempo, y a comienzos de 1968 casi todos protestaban contra las exigencias del gobierno de Dubcek de someter las películas a los vaivenes del mecanismo de la oferta y la demanda, postergando valores artísticos ante intereses de recuperación económica.
De todos modos, es un hecho que una serie de realizadores importantes aparecieron haciendo sus primeras armas a fines de los cincuenta o comienzos de los sesenta. Un alejamiento de la preocupación de sus mayores por la guerra y sus consecuencias, una atención mucho más próxima a la realidad inmediata, una actitud más suelta y espontánea, una mirada crítica a menudo teñida
de ironía, asoma en la obra de cineastas como Milos Forman (Pedro el negro, 1964; Los amores de una rubia, 1965) o Jirí Menzel (Trenes rigurosamente vigilados, 1966). Los modelos de estos cineastas son la Escuela de Nueva York o la Nouvelle Vague francesa: un film como Diamantes de la noche, de Jan Nemec, deriva muy notoriamente de Resnais (Hiroshima mon amour). Naturalmente, la guerra no desapareció como tema. Nemec o Menzel se ocuparon ciertamente de ella (aunque con menos énfasis heroico y menos maniqueísmo que antes), y lo mismo ocurrió con Kadar y Klos, que obtendrían un film trascendente con La tienda de la calle Mayor, antes de volcarse con espíritu crítico sobre su presente en El acusado. Los acontecimientos de 1968 provocarían un inevitable paréntesis en ese desarrollo creativo, impulsando a muchos de sus hacedores al exilio (Forman, Passer, Klos), el conformismo (Jires) o la disidencia interna vigilada y con problemas (Chytilová). Durante tres o cuatro años, por lo menos, el cine checo había sido uno de los mejores del mundo, y siguió siendo estimable después. En este ciclo hay varias pruebas.
DIR: Vera Chytilová / 80 min.
Checoslovaquia 1966.
DIR: Milos Forman / 82 min.
Checoslovaquia; 1965.
DIR: Jirí Menzel / 100 min.
Checoslovaquia 1966.
DIR: Jirí Menzel / 75 min.
Checoslovaquia 1967.
DIR: Karel Zeman / 89 min.
Checoslovaquia 1971.
DIR: Milos Forman / 85 min.
Checoslovaquia 1964.
DIR: Jirí Menzel / 89 min.
Checoslovaquia 1985.
DIR: Karel Kachyña / 93 min.
Checoslovaquia 1988.