Centenario Claude Sautet

Claude Sautet, quien el 23 de febrero de este año hubiera cumplido cien años, dirigió apenas 13 películas entre 1960 y 1995, desde Como fiera acorralada a El placer de estar contigo (no consideraba como propia una más, Bonjour sourire!, de 1956, aunque su nombre figure en los créditos). Admirador del jazz, de Howard Hawks y John Ford y del equipo integrado por el director Marcel Carné y el escritor Jacques Prévert, Sautet comenzó su carrera como guionista de títulos importantes de Georges Franju y Jacques Deray, y como consultor de guiones en los que no era acreditado.
Alguien ha dividido su obra en dos bloques: los policiales ásperos protagonizados por seres a la deriva (Como fiera acorralada, El inspector Max) y los dramas sobre fracasados burgueses maduros (Las cosas de la vida; Vicente, Francisco, Pablo y los otros, entre varias más), siempre con un elegante corte de narrador y una creciente tendencia a la austeridad expresiva y la introspección a medida que maduraba.
La variable pero a menudo caprichosa revista Cahiers du Cinema casi siempre lo despreció: Las cosas de la vida (1970) fue definida como /“la Z de la ternura”* (eran los tiempos en que la revista le dio un ataque de maoísmo y tampoco les gustaba Costa-Gavras), y de Un corazón en invierno (1992) se dijo que olía “a formol”. En una entrevista concedida a Michel Boujut para un libro sobre él, Sautet pudo rezongar con fundamento: “Cahiers du Cinéma’ era una revista muy influyente por aquel entonces y sus juicios, como venidos de una nebulosa poblada de ayatolás predicando a contraluz, eran ley” (eran también los tiempos de Jacques Rivete, Serge Daney y la célebre tontería del travelling de Kapó, de manera que no hay que sorprenderse). Admitamos, empero, que hubo gente más sensata: el gran Jean-Pierre Melville siempre lo admiró, y Truffaut tuvo hacia él una posición más favorable que la de otros cahieristas. Y en la prolongada rivalidad entre Cahiers y Positif, esta vez la razón estuvo más bien del lado de la segunda revista: su histórico director Michel Ciment llegó a hablar “del terrible carácter del dogmatismo”, añadiendo: “El rol de la crítica es la elección. En ‘Positif’ defendimos mucho a Sautet en épocas en las cuales era muy atacado por los cahieristas, pero ¿qué vincula a Sautet, Truffaut y Chabrol? Es un cine psicológico, narrativo, realista. Los tres comparten un mismo tipo de cine. Pero Truffaut y Chabrol son considerados maestros y Sautet como nada, porque este último no escribió en ‘Cahiers’... Estos son los defectos de la crítica. La crítica debe ser abierta para después jerarquizar y evaluar. Pero nunca una evaluación basada en el dogma. Es absurdo”. Terminadas las polémicas queda el cine: un puñado de películas valiosas de las cuales ese ciclo recoge cinco.

Las cosas de la vida

DIR: Claude Sautet / 85 min.

Francia 1970.

César y Rosalía

DIR: Claude Sautet / 105 min.

Francia 1972.

El inspector Max

DIR: Claude Sautet / 115 min.

Francia, Italia 1971.

Vicente, Francisco, Pablo y los otros

DIR: Claude Sautet / 120 min.

Francia 1974.

El placer de estar contigo

DIR: Claude Sautet / 106 min.

Francia 1995.

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