Mientras padece un gravísimo accidente de tránsito, el protagonista evoca su vida, y en especial su complicada vida amatoria escindida entre dos mujeres (Schneider, Karina). Un relato que rompe con la cronología, trae a colación sentimientos y recuerdos, y exhibe una particular sensibilidad para las emociones.

Michel Piccoli

Hijo de una pianista francesa y un violinista italiano, Michel Piccoli nació en París el 27 de diciembre del año 1925 en la ciudad de París (Francia). Se inició como actor teatral en los años cuarenta, y para entonces pudo vérselo también en algunos pequeños papeles cinematográficos. Pero su carrera en cine comenzó a despegar realmente en los años cincuenta, con labores secundarias en películas como French CanCan (1954) y María Antonieta (1956) de Jean Delannoy.
En el año 1956 se cruzó por primera vez con Luis Buñuel en La muerte en este jardín, y con el paso del tiempo se convirtió en uno de los actores fetiches del maestro español, jugando papeles importantes en películas como Diario de una camarera (1964), Belle de jour (1967), La vía láctea (1969), El discreto encanto de la burguesía (1972) y El fantasma de la libertad (1974), por lo menos. Hizo otras cosas, por cierto, para cineastas tan disímiles y talentosos como Jean Pierre Melville (Morir matando, 1962) y Jean-Luc Godard (El desprecio, 1963), Alain Resnais (La guerra ha terminado,1966). Y Alfred Hitchcock (Topaz 1969), Jacques Demy (Las señoritas de Rochefort, 1967) y Mario Bava (Diabolik, 1968), Claude Sautet (Las cosas de la vida, 1070) y Marco Ferreri (La gran comilona, 1973; La última mujer, 1976), Marco Bellocchio (Salto al vacío, 1980) y Louis Malle (Locuras de una primavera, 1990). Incluso se permitió volver al universo de Belle de jour, de la mano del maestro portugués Manoel de Oliveira, en Belle toujours (2006). Estuvo casado tres veces, la segunda de ellas con Juliette Greco, esa legendaria musa del existencialismo, Falleció el pasado 12 de mayo a los 94 años de edad.