En el conjunto de la obra de Michael Haneke, las tres pelÃculas que integran este ciclo han sido reunidas en algo bautizado como la TrilogÃa de la glaciación emocional, acaso otra manera de decir que aluden a la muerte de los sentimientos. Filmada Ãntegramente en Austria, se centran en temas y formas recurrentes de la narrativa del autor de La cinta blanca y Amour: la tensión de clases, el desamor, el otro como amenaza, la crisis de poder en la figura parental, el vacÃo emocional, la apatÃa o muerte de la empatÃa, la alienación o la ruptura de la comunicación.
Uno de los recursos formales que dan cuenta de las preocupaciones de Haneke es el empleo del fuera de campo. Por supuesto no inventó el recurso: viene de Griffith. Pero el uso constante de lo no visto en el cine de Haneke hace evidente que la narración se vuelve autoconsciente de que el fuera de cuadro crece infinitamente el plano, lo dota de ambigüedad, lo pone en duda, circunscribe distintas distancias con el espectador y compromete al espectador como observador perverso que completa de manera partÃcipe aquello que no se nos deja ver.
La omisión, en la historia de la narrativa cinematográfica, es una llave para crear subtextos. Subtextos verbales si esto fuera el análisis del uso de los diálogos o subtextos audiovisuales cuando lo que está en juego es lo visual-sonoro. En la TrilogÃa de la glaciación emocional existen entre las pelÃculas lazos argumentales que crean el territorio para trabajar el universo de la omisión como toma de posición discursiva.
El séptimo continente, inspirada en hechos reales, presenta en términos generales a una familia tipo de clase media que con la aparente idea de llevar a cabo un planeado viaje a Australia para cambiar de vida. Se aÃslan en su casa a festejar el supuesto viaje que luego deviene en una secuencia donde solo se dedican a destruir todas sus pertenencias y a un final trágico. El distanciamiento, junto con la omisión, producen un efecto de no cercanÃa emocional con los hechos presentados.
En El video de Benny la función de la pantalla que reproduce imágenes es vital. El film arranca con un vÃdeo crudo, exhibiendo en su imagen rota y distorsionada la muerte de un animal en cuadro. El fuera de campo producido de manera parcial durante el asesinato a la joven desconocida es más brutal y desesperante que la posible obscenidad de la imagen del asesinato en cuadro, la muerte del animal en plano dialoga con la muerte de la joven fuera de campo. El encuadre es una cuestión moral, dijo alguna vez Bergman (Godard opinaba lo mismo del travelling). Esta reflexión esencial habla de aquello que se nos deja ver o no, y lo que Haneke pone en juego en los múltiples fuera de campo, en su posición moral como narrador contemporáneo. Este lugar fuera del cuadro podrÃa ser infinito, y si hay algo devastador es que la violencia de los personajes de Haneke pareciera arbitraria e infinita, porque el otro no es un lÃmite, al menos para el mundo que Haneke quiere exponer ante nuestros sentidos.
En la operación del montaje, especÃficamente en el corte, Haneke hace pie para trabajar el fuera de campo por la escisión, la grieta que genera el corte en su procedimiento material y discursivo. Lo que está fuera del corte es una forma de omisión, de un tipo de fuera de campo del montaje que impregna toda la estructura del tercer film de la trilogÃa, 71 fragmentos de una cronologÃa del azar.
La problemática en relación con El Otro es ese lugar, fuera de campo, donde el cineasta austrÃaco construye con el lenguaje del cine una retórica de la violencia. Una retórica que se sustenta en el uso de todo lo que falta, de aquello que puede ser infinito, arbitrario, inconcluso, de aquello que está oculto, de lo invisible y porque no tal vez, de aquello que se reduce a lo banal, y tal vez circule entre esos fuera de campo… aquel interrogante crÃtico que instaló Hannah Arendt en los años 60 acerca cuando pensó al hombre como el resorte de un gran mecanismo siniestro, en su pensamiento sobre la invisible, la banalidad del mal.
DIR: Michael Haneke / 108 min.
Austria 1989.
DIR: Michael Haneke / 110 min.
Austria 1992.
DIR: Michael Haneke / 100 min.
Austria 1994.