Michelangelo Antonioni tenía ya una década de trabajo como crítico, documentalista y cortometrajista cuando se produjo su primera notoriedad, hacia 1950, con su debut como director de largometrajes con el film Pasión Prohibida (Cronaca di un amore). Esta es una película importante por varias razones al romper con la tendencia del neorrealismo de entonces, con su directa “atención social” y su preocupación por las clases populares. Sin arriar la bandera de un realismo crítico y cuestionador, Antonioni apuntó su cámara a un ambiente de clases media y alta, y descubrió en él rasgos de insatisfacción y fracaso vital que no dependían de la situación económica. También mostró dominio de la herramienta audiovisual: el drama de sus personajes se reforzaba por los esmeros de fotografía y el melancólico solo de saxo a cargo de Giovanni Fusco en la banda sonora. Algunos de estos rasgos se reiteraron en el cine que hizo inmediatamente después (Los Vencidos, 1952; La Dama Sin Camelias, 1953; Las Amigas, 1955, El Grito, 1957).
Sin embargo, la segunda y definitiva fama de Antonioni surgiría con la famosa “Trilogía de la incomunicación” que vino inmediatamente después (La Aventura, 1960; La Noche, 1961; El Eclipse, 1962). Antonioni pulió así un estilo hecho de tomas largas, tiempos muertos, planos secuencia que siguen a personajes que caminan hacia destinos inciertos. El público de Cannes no entendió La Aventura y el film fue abucheado, pero ese estilo tenía un sentido: expresaba en imagen y sonido las búsquedas y las incertidumbres de los personajes. Antonioni lo repetiría con variantes en El Desierto Rojo (1964), añadiendo un magistral manejo del color, cuyos cambios expresaban los estados de ánimo de sus criaturas.
De alguna manera, los experimentos de El Desierto Rojo prolongaban y enriquecían los de la
“Trilogía de la incomunicación”, por lo cual no resulta del todo irracional incorporar este film al
grupo y hablar de tetralogía. Eso es lo que hace este ciclo, quizás caprichoso, pero que sin duda reúne algunos de los títulos fundamentales de un cineasta que luego haría otros, desde Blow Up (1967) a Zabriskie Point (1970).
De todos modos es un buen pretexto para repasar, aunque sea de manera parcial, la obra de un auténtico maestro.
DIR: Michelangelo Antonioni / 144 min.
Italia 1960.
DIR: Michelangelo Antonioni / 122 min.
Italia 1961.
DIR: Michelangelo Antonioni / 125 min.
Italia 1962.
DIR: Michelangelo Antonioni / 116 min.
Italia 1964.
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