El centenario del nacimiento de Saul Bass, que tuvo lugar el 20 de mayo del año pasado, sirve de disparador a este repaso de la obra de algunos de los más famosos autores de títulos de crédito del cine, un rubro al que a menudo no se le presta demasiada atención pero en el que ha habido reales maestros (Bass fue sin duda uno de ellos).
Los títulos de crédito se crearon para dejar constancia de quiénes eran los responsables de una determinada película. Hasta finales de los años cuarenta no fueron más que carteles pintados a mano que enumeraban las actrices, actores, director, productores y los técnicos principales como cámaras o fotografía. Los post-créditos(menos generalizados: la mayoríade las películas terminaba con el convencional TheEnd) ampliaban la lista inicial con actrices y actores secundarios y el resto de técnicos considerados injustamente de menor importancia.
Durante la década de los 50 los grandes estudios comenzaron a desarrollar recursos audiovisuales más imaginativos. Diseñadores gráficos, ilustradores y fotógrafos de los estudios crearon juntos los títulos de crédito iniciales del cine moderno, espectaculares, divertidos, estéticamente atractivos, con su propia iconografía y una estética que buscaba conectar con la de la película. Se convirtieron en pequeñas obras de arte en sí mismos y a veces generaron prolongaciones más allá: la Pantera Rosa fue un título de crédito ates de ser un personaje de dibujos animados.
Con sus colaboraciones con Hitchcock, Otto Preminger y otros (incluyendo el Michael Anderson de La vuelta al mundo en 80 días), Saul Bass fue probablemente el primer gran maestro del género, pero le siguieron otros (para ser justos habría que mencionar también a su esposa y colaboradora Elaine Makatura, que trabajó a la par con él aunque su nombre no apareciera tan a menudo en la pantalla; juntos crearon también varias memorables piezas publicitarias).
Quizás el nombre más popular en el rubro sea el de Maurice Binder, vinculado desde Goldfinger y hasta su muerte en 1991 con la serie de James Bond (hoy reemplazado por Daniel Kleinman), pero que también hizo otras cosas, desde La jauría humana de Arthur Penn a La batalla de Inglaterra de Guy Hamilton, pasando por Charada, que se incluye en este ciclo.
Hoy en día hay muchos profesionales destacados, con formación en diseño gráfico, ilustración o bellas artes, que se dedican en exclusiva a diseñar los títulos de crédito. Muchos de ellos han creado sus propios estudios de diseño para realizarlos para cine, publicidad y televisión. Kyle Cooper es conocido por sus célebres créditos para films como Pecados capitales (1995) o series de televisión como American Horror Story; la diseñadora Erin Sarofsky está al cargo de los créditos y postcréditos de películas de Marvel. Pero hay más nombres (no olvidar, por ejemplo, al cubano Pablo Ferro), y varios de ellos están en este ciclo.
DIR: Otto Preminger / 118 min.
Estados Unidos 1956.
DIR: Peter Yates / 113 min.
Estados Unidos 1963.
DIR: Stanley Donen / 113 min.
Estados Unidos 1963.
DIR: Rainer Werner Fassbinder / 115 min.
Alemania Federal 1978.
DIR: Robert Mulligan / 129 min.
Estados Unidos 1962.
DIR: Martin Scorsese / 128 min.
Estados Unidos 1991.
DIR: Pier Paolo Pasolini / 87 min.
Italia 1966.
DIR: David Fincher / 127 min.
Estados Unidos 1995.
DIR: Jean Cocteau / 100 min.
Francia 1945.
DIR: Otto Preminger / 160 min.
Estados Unidos 1959.
DIR: Gaspar Noé / 161 min.
Francia 2009.
DIR: Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro / 95 min.
Francia 1991.
No serán sólo funciones sorpresa: serán secretas. Desde el momento en que ingresen en la sala se establece un pacto que impide revelar el título del film que verán. Para los que vayan, ese misterio se resolverá in situ; para los que no, será un enigma eterno.
Lo único que les puedo garantizar es que valdrá la pena descubrir estos films si no los conocen o volver a verlos si ya los han visto.
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