Toda la trama se organiza sobre tópicos del género, con fidelidad pero también con margen para la sorpresa. La protagonista excluyente es Linda Fiorentino, que interpreta a una mujer fatal inolvidable, en la mejor tradición del noir de cualquier época. Fue la tercera película que el realizador John Dahl dedicó a actualizar amorosamente los recursos del género, después de Kill Me Again y Red Rock West. En los tres casos, a pesar de los excelentes resultados y a pesar de contar con figuras de atractivo popular, encontró la indiferencia de la distribución local e internacional. Los tres films adquirieron fama posterior mayormente gracias a su circulación en video, ya que los dos primeros ni siquiera se estrenaron en los cines rioplatenses. Dahl volvió al policial en otras ocasiones, pero el grueso de su carrera posterior hasta la fecha está frondosamente dedicado a la TV.