Una azafata, un gestor de fianzas y un montón de dinero son los ingredientes básicos de una trama ajustada como un reloj. Hasta la fecha es el único film de Tarantino basado en un tema ajeno, la novela Rum Punch (1992) de Elmore Leonard, un autor genial que prolongó el legado de Hammett y Chandler en varios cuentos y novelas negras, y que tuvo un reconocimiento masivo en los 90, cuando ya hacía 40 años que escribía profesionalmente. Tarantino lo adapta cómodamente a su estilo y respeta el gusto del autor por los diálogos realistas, que definen a los personajes antes de hacerlos entrar en acción. Le agrega, de manera definitoria, su ojo para el casting: ni Pam Grier ni Robert Forster tuvieron nunca mejor oportunidad para lucirse como lo hacen aquí.

Película presentada por Fernando Peña