David, un joven judío de clase media, corpulento, homosexual y con miedo a volar, vuelve de Europa a Buenos Aires, por el fallecimiento de su tío. En este regreso, David se entera de que su madre ha decidido desconectar el respirador de su padre, lo único que lo mantiene vivo desde hace años. David vuelve a la casa de su infancia, donde oscila entre la convivencia íntima con su madre y una voracidad por llenar su angustia existencial. Mientras sus días en Buenos Aires avanzan, él intentará evitar de cualquier manera volver a ver a su padre internado, aunque el destino hará lo imposible para que ese encuentro se concrete.
Alguien ha definido el resultado como “una pequeña película, narrada con gracia”, sin que el adjetivo “pequeña” implique una desvalorización. La expresión se ubica en un párrafo que destaca igualmente un tierno humor hacia sus personajes, una familia que debe lidiar con una situación vital importante, pero que, dada la idiosincrasia de cada uno, lo lleva a extremos nada espectaculares, pero impregnados de cierto surrealismo que a veces provoca la sonrisa y a veces la perplejidad del espectador.
Inteligentemente escrita, bien actuada, con una mezcla de humor e ironía (y algún toque más serio), la película corre con un ritmo tranquilo y no carece de sutileza: conviene estar atento para no perder algunos toques apenas insinuados.
Nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1988, Iair Said es actor, libretista y director. Su cortometraje Presente Imperfect, fue seleccionado en la competición oficial del 68º Festival de Cannes 2015. El cortometraje 9 vacunas fue su debut como director y ganó el Premio Perla Negra al Mejor Cortometraje Narrativo en el Festival de Cine de Abu Dhabi y el Premio al Mejor Cortometraje en el BAFICI. Su película Flora no es un canto a la vida, ha permanecido en pantalla durante 9 meses en el museo MALBA, Buenos Aires. Ha recibido el Fondo Metropolitano de Buenos Aires (Mecenazgo) y fue el ganador de la Bienal de Arte Joven Buenos Aires. También ha trabajado como director de casting y actor. Los domingos mueren más personas es su primer largometraje, y la crítica lo ha tratado bien. Nuria Vidal, en Cinemanía, ha señalado que “hay un retrato del entorno familiar del personaje trazado con una fina ironía y patetismo que lo hace mucho más entrañable (...) Un film ligero e inclasificable, lleno de encanto”. Alfonso Rivera, de Cineuropa, ha dicho por su lado que Said “con sutil humor, aborda temas de gran calado como la eutanasia, el envejecimiento y la soledad”. Y en MicropsiaCine.com Diego Lerer asegura que la película “es muy graciosa cuando se propone serlo, (...) Si bien hay muchos espacios para el humor ácido y para presentar personajes bastante egoístas (...) aquí lo que prima en definitiva es la ternura, el amor y los giros que hay que dar para poder ofrecerlos”.