España, 2018
Dirección: Diego Llorente
Producción: Failo Cine.
Fotografía: Adrián Hernández.
Edición: Sergio Jiménez.
Duración: 65 minutos
La niñez avanza a otro ritmo en la pequeña aldea rural de Entrialgo. En el bellísimo paisaje montañoso de Asturias, Rubén y Aitor pasan sus días entre animales, juegos, la escuela y el trabajo de los adultos. Cambian las estaciones, el paisaje se transforma y la vida con él.
El segundo largometraje de Diego Llorente nos traslada a un oasis de vida sencilla situado en un maravilloso paraje asturiano. Entrialgo es, ante todo, un cautivador estudio observacional que sigue a Aitor y Rubén, dos niños que disfrutan experimentando todo lo nuevo que les ofrece su idílica aldea; un lugar donde conocen la naturaleza en todo su esplendor, a través del día a día en la escuela o mediante su relación directa con la fauna y flora que los rodea. El rechazo que en los niños despiertan los celulares y las nuevas tecnologías, nos lleva a verlos como criaturas angelicales marcadas por esa inocencia que caracteriza la infancia en toda su esencia. Algo inalcanzable para el niño que habita una gran urbe. Lo que tiñe de melancolía este entrañable retrato es saber que, debido a la despoblación del rural, Aitor y Rubén pertenecen a un universo que corre el riesgo de desaparecer. Un canto a la inocencia que permanece en el tiempo.