Rachel es una profesora de secundaria de cuarenta años, bastante feliz, que no ha tenido la oportunidad de tener hijos. Es consciente de que se acerca la fecha límite. Se acaba de enamorar de Ali, su compañero de clases de guitarra que tiene una hija de 4 años llamada Leila. Ocurre también que su hermana pequeña está embarazada. Tras conocer a Leila conecta muy bien con ella y pronto crecerá su apego por la niña. Pero la sombra de su madre biológica (Chiara Mastroianni) está presente y ciertas barreras son difíciles de manejar.
La directora Zlotowski cuestiona los lazos maternales de sangre y los del corazón en lo que empieza a configurarse como una familia recompuesta. Con ese punto de partida construye una película sentimental y conmovedora, con toques de comedia, que al mismo tiempo empatiza con los sentimientos de la protagonista, espléndidamente encarnada por la actriz Virginie Efira.
La película aborda un tema poco frecuente: el de las ansias de ser madre, interesante en un contexto donde están en el tapete el empoderamiento femenino y la libertad de la mujer. La protagonista reconoce que su aspiración puede resultar chocante en los tiempos feministas. Hay igualmente en el film una sutil exploración de la dicotomía entre ser madre y no serlo: más que una historia sobre los intentos de quedar embarazada, se trata de un retrato genuino y cálido que intenta acomodarse a una nueva situación.
El crítico francés Jean-Marc Lalanne ha dicho sobre este film: “Este es probablemente el film más universal de Zlotowski y será, con certeza, su primer gran éxito de público ya que hay algo verdaderamente muy directo en la emoción que le confiere y puede hablarle a mucha gente siendo a la vez extremadamente sutil. Me gusta mucho la manera en la que muestra a alguien que sufre por no conformarse con el esquema social dominante y que busca al mismo tiempo las formas posibles para gestionarlo. Este personaje descubre que existen otros modos de transmitir y otros modos de parentalidad más allá de la biológica. En ese sentido, la última escena de la película, increíblemente emocionante, dice que hay algo que se ha transmitido de otra forma, es muy bello”.