Estados Unidos, 2018
Dirección: Julian Schnabel
Guión: Jean-Claude Carrière, Julian Schnabel, Louise Kugelberg. Fotografía: Benoît Delhomme. Música: Tatiana Lisovkaia. Elenco: Willem Dafoe, Rupert Friend, Oscar Isaac, Mads Mikkelsen, Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Niels Arestrup, Anne Consigny, Amira Casar, Vincent Pérez, Lolita Chammah, Stella Schnabel, Vladimir Consigny, Arthur Jacquin, Solal Forte, Frank Molinaro.
Duración: 111 minutos
Esta es una crónica de los últimos años de Vincent Van Gogh, y también una polémica sobre la idea generalmente aceptada de que el genial pintor se suicidó. La historia se inicia cuatro años antes de la muerte de Van Gogh, cuando se muda a Francia y conoce a otros artistas, entre ellos el Paul Gauguin encarnado por Oscar Isaac. Ambos pintores compartían su amor por el movimiento impresionista y fueron muy cercanos durante varios años, hasta que durante una confrontación, Van Gogh cortó parte de su oreja izquierda con una navaja de afeitar (otro episodio que la película narra de forma ligeramente distinta a lo que suele hacerse habitualmente).
La versión oficial cuenta que Van Gogh, de 37 años, se suicidó mientras padecía un cuadro de depresión. Sin embargo, el director Julian Schnabel y el libretista Jean-Claude Carrièrre (ese viejo cómplice de Buñuel), tienen sus dudas. Carrière ha señalado: "Sobre la cuestión del suicidio no existe ningún testimonio, por eso hemos luchado contra esa leyenda. En ese momento Van Gogh pintaba muchísimo, casi un cuadro al día. No es muy creíble el suicidio, entre otras cosas ni se encontró el arma".
El director y también artista plástico Schnabel, cuya filmografía incluye títulos como Basquiat (1996), Antes que anochezca (2000) y La escafandra y la mariposa (2007), ha señalado que su intención no fue hacer una biografía abarcadora Van Gogh (como la notable Sed de vivir, 1956, de Vincente Minnelli) sino elegir una parte de su vida para intentar (como antes lo hiciera Maurice Pialat en su Van Gogh, 1991) un diseño de su personalidad. Para ello se ha basado en los discutidos apuntes que Van Gogh habría escrito en el último período de su vida, y que su museo aún no ha reconocido oficialmente. Exactitud histórica, e incluso algún leve reproche a los desencadenamientos de cámara a un lado, lo que queda es un competente biopic y una notable labor protagónica de Willem Dafoe, premiado en Venecia y nominado al Oscar por su trabajo.