¿Te acuerdas de Kusturica?

Comparte con Francis Ford Coppola y Michael Haneke el honor de haber ganado dos veces la Palma de Oro del festival de Cannes. Pero su figura parece haberse desdibujado un poco luego de Gato negro, gato blanco, una película que tiene ya dos décadas. Más cerca, Emir Kusturica ha dedicado sendas películas a Diego Maradona y a Pepe Mujica que no despertaron los entusiasmos de antaño, pero su obra merece una revisión y una esperanzada vigilia hasta que la creatividad y el desenfado de entonces vuelvan por sus fueros.
En 1981 Kusturica debutó en el largo con **¿Te acuerdas de Dolly Bell? **, una historia sobre adolescencia conflictuada, situada en Sarajevo en los años sesenta. El film se llevó un León de Oro en Venecia a la mejor ópera prima, un espaldarazo que habilitó al novel director a embarcarse en mayores empresas. La primera de ellas sería Papá salió en viaje de negocios, una historia que transcurría durante los tiempos duros del enfrentamiento entre el régimen del mariscal Tito y la Unión Soviética de Stalin, con sus consecuencias internas de represión, persecución de los disidentes e instauración de un clima de delación y sospecha. Heredero de Vittorio de Sica, del mejor Rossellini, de Olmi y de los Taviani, Kusturica mostraba ya en ese segundo largo una garra cinematográfica capaz de encarar con éxito una narración de cierta complejidad, con personajes nunca simplificados, nunca totalmente heroicos ni totalmente perversos, captados casi siempre en su rotunda humanidad. Con esta película Kusturica obtuvo su primera Palma de Oro.
Si bien sus dos primeros films ubicaban su acción en Sarajevo y sus alrededores, el cineasta extendería su radio de acción con Tiempo de gitanos, que transcurre más al sur. Su estilo alcanzará aquí ribetes de mayor intensidad, uniendo crónica y poesía, el realismo y la imaginación, con resultado persuasivo y envolvente. Parte de esas virtudes y una tendencia hacia el realismo mágico reaparecerían en Sueños de Arizona, el primer ensayo de Kusturica en inglés, rodado en los Estados Unidos, país al que llegó buscando mejores condiciones de trabajo. El experimento americano no funcionó para el director, que volvió a sus raíces (y a ganar la Palma de Oro) con Underground, que abordaba el tema de los Balcanes, medio siglo de desencuentros después de la Segunda Guerra Mundial, para volver a los gitanos en una clave entre costumbrista y con toques de realismo mágico en Gato negro, gato blanco.
Luego vinieron las épocas en las que el director debió partirse en dos: su banda, la Non Moking Orchestra cosechó la fama proveniente de las películas, y todo derivó en muchas giras y en el documental Super 8 Stories. Su obra en el siglo XXI ha sido más errática, e incluye películas de ficción (La vida es un milagro, On the Milky Way) y los ya mencionados documentales sobre Maradona y Mujica. Una parte de las desconfianzas que ha suscitado entre sus viejos seguidores proviene de factores extra cinematográficos (su posicionamiento político acerca de los Balcanes) que no deberían estorbar la apreciación de valores y disvalores estéticos.

Tiempo de Gitanos

DIR: Emir Kusturica / 139 min.

Yugoslavia 1989.

Sueños de Arizona

DIR: Emir Kusturica / 142 min.

Estados Unidos, Francia 1992.

Underground

DIR: Emir Kusturica / 165 min.

Francia, Alemania, Hungría 1995.

Gato Negro, Gato Blanco

DIR: Emir Kusturica / 123 min.

Yugoslavia, Francia, Alemania 1998.

Super 8 Stories

DIR: Emir Kusturica / 101 min.

Yugoslavia 2001.

La vida es un milagro

DIR: Emir Kusturica / 155 min.

Serbia y Montenegro, Ftancia, Italia 2004.