Por qué estas dos, y no cualquiera de las otras (¿quince?) obras maestras que John Huston realizó a lo largo de su extensa carrera. La respuesta podría ser otra pregunta: ¿por qué no? Se trata sin duda de dos de las obras mayores del director de El halcón maltés, Huracán de pasiones, La Reina Africana y Alma de valiente, ese grupo de películas que ha hecho sospechar que existieron dos directores con el mismo nombre. ¿Cómo es posible que ese mismo director haya hecho trivialidades como Escape a la victoria, o absolutos bodrios como La hora del crimen? La explicación suele tener que ver con deudas de juego y la intención de comer todos los días.
El otro dato es que tanto Mientras la ciudad duerme como Moby Dick son películas muy “hustonianas”, reflejo muy nítido del pesimismo existencial, la poética del fracaso y la adhesión hacia personajes que siguen adelante pese a la adversidad. En el primer caso, un robo cuidadosamente planeado se frustra por un par de jugarretas del destino. En el segundo, la loca persecución de la ballena blanca hace del capitán Ahab un rebelde metafísico (y de la ballena, una imagen del dios airado del antiguo testamento). En ambos, el poderío narrativo de un cineasta que cuando hacía algo que le interesaba, se hacía notar.
DIR: John Huston / 100 min.
Estado Unidos 1950.
DIR: John Huston / 115 min.
Estado Unidos 1956.