Kōbō Abe (es un seudónimo: su verdadero nombre era Kimifusa Abe) nació en Kita, Tokio, el 7 de marzo de 1924, y falleció en el mismo lugar el 22 de enero de 1993. Fue un escritor, dramaturgo, guionista de cine, fotógrafo e inventor japonés. Pasó su niñez en Manchuria; su padre era médico e impartía clases a nivel universitario. Abe regresó a Japón en 1941, y comenzó sus estudios en la Universidad Imperial de Tokio en 1943. Se recibió de médico en 1948, pero ya había decidido que no ejercería esa profesión, y se dedicó a la escritura. Su obra ha sido comparada con las de Kafka y Alberto Moravia por sus exploraciones surrealistas y pesadillescas del individuo en la sociedad contemporánea.
El cine se ha ocupado reiteradamente de la obra de Abe, como este breve ciclo demuestra incluyendo películas de un par de talentos mayores como Hiroshi Teshigahara y Masaki
Kobayashi.
La fama local del director japonés Hiroshi Teshigahara (1927-2001) se funda en una película basada justamente en una obra de Abe,** Una mujer en la arena** (1964), una pesadilla casi kafkiana sobre un hombre atrapado en un pozo y convertido en esclavo sexual del personaje titular, que deslumbró a público y crítica cuando se estrenó en Montevideo en 1966 y fue elegida por la Asociación de Críticos de Cine de Uruguay como el mejor film del año. El público uruguayo tuvo otro atisbo de la personalidad del director en 2015 cuando en el cine Pocitos se exhibió Antonio Gaudí, un documental rodado en 1984 sobre el artista catalán, sobre quien Teshigahara filmara previamente (1959) un cortometraje. El resto de la obra del japonés nunca se conoció en el Uruguay, aunque ha tenido considerables elogios internacionales.
Masaki Kobayashi nació un febrero de 1916 en Hokkaido, la isla más septentrional de Japón. Al terminar la secundaria, en torno a 1933, ingresó en la prestigiosa Universidad Waseda, donde cursó estudios de Historia del Arte Asiático. Abandonó los estudios para ingresar en los Estudios Shochiku, donde trabajó como asistente durante tan solo 8 meses antes de que fuera reclutado obligatoriamente y enviado al frente de Manchuria, aún estando en contra de la guerra, que veía algo como insensato. En 1944 fue transferido a las sureñas islas Ryukyu y vivió de primera mano el sangriento fin de la guerra, siendo capturado por los EEUU y pasando un año en un campo de detención de Okinawa. En 1946 regresaría a la Shochiku y trabajaría como asistente de director de Keisuke Kinoshita durante casi 6 años.
La fascinación que Kinoshita sentía por la inocencia y la pureza sería claramente visible en los primeros trabajos de Kobayashi. Pero Masaki empezaría a dejar su sello en producciones muy tempranas como, por ejemplo, su cinta Kabe Atsuki Heya(1956), una crónica sobre criminales de guerra de poca monta que molestó a algunos y vio demorado tres años su estreno, basada también en otro relato de Abe.
Kobayashi llamó la atención de la crítica internacional al ganar el primer premio del Festival de Venecia en 1960 con la primera entrega de su monumental trilogía pacifista La condición humana (1959), sobre la obra literaria en 6 volúmenes de Jumpei Gomikawa. El pacifismo y la crítica social serían en adelante rasgos reiterados del cine de Kobayashi, con una violencia y dureza a veces sorprendentes. Su visión del código samurái, por ejemplo, es mucho más crítica y menos heroica que la de su compatriota Akira Kurosawa, según consta en films como Harakiri o Rebelión. Sus más aclamadas películas son exploraciones del lado más oscuro de la cultura nipona y del ser humano, intentando descifrar las fuerzas que llevan al hombre a un sangriento suicidio en pos del honor o a cometer atrocidades en nombre del Emperador. La profesionalidad de Kobayashi y su depurado estilo visual hacen de sus películas una experiencia imprescindible.
Pero este breve ciclo no es sobre Teshigahara ni sobre Kobayashi, sino sobre Kobo Abe, de cuyo nacimiento se cumplen cien años y que fue el autor de los textos originales en los que se basan las películas que lo integran.
DIR: Masaki Kobayashi / 110 min.
Japón 1956.
DIR: Hiroshi Teshigahara / 147 min.
Japón 1964.
En sus tres primeros largometrajes, Whit Stillman hizo una trilogía muy interesante (la denominada “trilogía yuppie”) que definitivamente no ha obtenido el reconocimiento que merece. Yuppie es un término que se refiere a un joven profesional que trabaja en una ciudad. Al acercarse a historias sobre la juventud y sus dificultades, las consabidas expectativas sobre el futuro y la transición a la ...
Ver másLos próximos miércoles de octubre se llevará a cabo el ciclo de recitales “El (des)concierto surrealista”, un encuentro entre el cine mudo con banda en vivo con dos títulos que mantienen intactos sus aires de vanguardia y la inquietante mirada surrealista, musicalizados en vivo por un grupo de artistas que forman parte del ala más experimental e innovadora de la escena local.
El programa abre e...