Mónica no realizó unos pagos a un cliente de la oficina en la que trabaja. Los quince mil pesos que faltan no solo la comprometen a ella sino también a un compañero, que es quien descubre la falta. Parece que no es la primera vez, pero el compañero guarda silencio y vuelve a creerle: Mónica se compromete a reponer la suma de dinero a la mañana siguiente. Durante las aproximadamente catorce horas de las que dispone, acompañamos a Mónica por su enigmática odisea nocturna.

El cineasta argentino Gustavo Fontán, poseedor de una de las más interesantes filmografías del panorama actual, nos ofrece en La deuda una inteligente crítica a ese sistema que permite y promueve que el dinero condicione nuestras vidas hasta el punto de desestabilizarlas. Al estilo de un actualizado film noir, acompañamos a la protagonista durante su periplo por una ciudad tan bellamente fotografiada como inhóspita y desasosegante. Una constante sensación de amenaza vuelve pesada la atmósfera y, sin embargo, no es un peligro tangible sino una intimidación velada, imperceptible pero incesante. El film plantea así una reflexión sobre la dimensión política de la deuda y el papel que cumple como forma de control en las sociedades neoliberales, que obligan a sus ciudadanos a situarse en un estado de desesperación permanente. Y es que, como dice el crítico Roger Koza, "el mito de Sísifo resplandece sin anunciarse: los asalariados trabajan solamente para pagar sus deudas".

Mónica failed to make some payments to a client of the office where she works. The fifteen thousand missing pesos do not only implicate her but also a co-worker who discovers the money is missing. It looks like it's not the first time, but the co-worker keeps quiet and believes her once more: Mónica will pay the money back the following morning. During the almost fourteen hours she has, we follow Mónica through her puzzling nighttime odyssey.

Argentinean filmmaker Gustavo Fontán has one of the most interesting bodies of work in the current scene. He presents La deuda , a clever critique of a system that allows and encourages money to dictate our lives up to the point of derailing them. With an updated film noir style, we walk alongside the protagonist during her journey across a city as beautifully shot as it is bleak and unsettling. A constant feeling of danger turns the atmosphere heavy, yet this is not a tangible danger but veiled intimidation, subtle but relentless. The film thus portrays a reflection on the political aspect of debt and the role it plays as a control mechanism in neoliberal societies that force their citizens to be in a constant state of despair. And the thing is that, as critic Roger Koza says, "the Myth of Sisyphus radiates without notice: employees work only to pay off their debts."

Gustavo Fontán

(Banfield, Argentina, 1960)

Se licenció en letras por la Universidad de Buenos Aires, y realizó estudios de dirección de cine en el Centro Experimental de Realización Cinematográfica (ENERC). Es docente en la Universidad Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Dirigió, entre otras películas, El limonero real (2016), El rostro (2013), La casa (2012), Elegía de abril (2010) y La madre (2009).

He has a bachelor's degree in Languages and Literature from the Universidad de Buenos Aires and studied Film Direction at the ENERC (Experimental Filmmaking School). He teaches at the Universidad Nacional de La Plata and the Universidad Nacional de Lomas de Zamora. He directed El limonero real (2016), El rostro (2013), La casa (2012), Elegía de abril (2010) and The Mother (2009), among other films.