En el futuro se desarrolla un experimento en el que un grupo de condenados a muerte son lanzados al espacio para reinsertarse. O al menos esa es la versión oficial, pues los condenados no saben que nunca jamás volverán a la Tierra. La directora Denis apuesta a lo que podría describirse como “ciencia ficción intelectual” y apuesta a su montaje característico, mezclando el presente con el futuro y el pasado sin seguir una línea temporal clara.

Aunque se puedan objetar desniveles, cuando explora cómo se puede sobrevivir pasando meses y meses en una nave espacial, es cuando la película revela su lado más humano. Las relaciones entre los inadaptados sociales que pueblan la nave y el personaje de Juliette Binoche, o directamente entre ellos, son los que más aportan en densidad dramática al film. El excelente nivel del elenco tiene bastante que ver con ese costado del asunto.

A la larga, se ha dicho, High Life es un drama sobre la paternidad no buscada, sobre cómo redimirse de lo hecho, de cómo una persona es capaz de adaptarse a la fuerza a los cambios que le van llegando. La ciencia ficción es aquí el ropaje para explorar a la humanidad de siempre, del pasado, elpresente y el futuro. “Ciencia ficción para espectadores pensantes”, se ha dicho también, que respeta la inteligencia de su público.

La crítica, que no suele ser amable con el cine de ciencia ficción, lo ha ido con esfuerzo de la directora Denis. En la revista Rolling Stone, Peter Travers ha señalado que la película *"Plantea algunas preguntas que Denis, de manera perversa y provocativa, rara vez se molesta en contestar (...) Deja que la película juegue con tu mente) *. Jessica Kiang en Variety señala por su parte que *"Claire Denis reorienta el género de ciencia ficción alrededor de cuerpos, bebés y agujeros negros en su magistral y desconcertante pesadilla espaciotemporal." *. David Ehrlich, de Indie Wire, apunta a su vez que: "Fascinante y elusiva (...)High Life es un estudio reflexivo y profundo de la vida humana al borde del apocalipsis (...) Cautivadora y sublime". Premio Fipresci en San Sebastián 2018.