foto Mi abuela Trelotótó

Mi abuela Trelotótó

A minha Avó Trelotótó

Portugal, 2019

Dirección: Catarina Ruivo

Guion: Catarina Ruivo. Montaje: Catarina Ruivo. Sonido: Antonio Pedro Figueiredo. Producción: Antonio Pedro Figueiredo. Elenco: Rita Durão, José Coelho, Júlia Ruivo, Auzenda Vidal.

Duración: 173 minutos

La directora de esta película ha explicado que cuando murió su abuela, decidió salvarla, y que la única solución era filmarla. De acuerdo a sus propias palabras, su punto de partida fue la convicción de que el cine construye una suerte de realidad tan fuerte que, filmando la ausencia de un cuerpo y mostrando el espacio que había ocupado, era posible no solamente expresar el dolor de esa ausencia, sino igualmente crear un ser físico, algo así como invocar un fantasma.
Ruivo añade: “Mi abuela tenía una gran fuerza y un gran amor por la vida, lo que me hizo creer que algunos de nosotros podíamos volvernos inmortales y escapar de la muerte. Cuando falleció a los 92 años, su muerte fue una sorpresa para mí, algo para lo que no estaba preparada. El cine tiene el inmenso poder de crear la ilusión de la vida y su protección. Esta película es mi intento de rescatar a mi abuela de la muerte. No es un documental sobre mi abuela, sino una película con ella”.
La cineasta Ruivo comenzó registrando su rutina diaria con quienes la cuidaron a lo largo de su vida y redescubrió las costumbres del campo, donde la gente hace pan en casa y el tiempo tiene una duración diferente. En un altillo de la casa encontró un baúl con cartas suyas escritas a sus padres cuando se fue a vivir a Mozambique en 1946/57. De alguna manera redescubrió a su abuela, fue más consciente de sus miedos y sus deseos, vivió en su mundo y descubrió el Mozambique colonial, que era entonces un paraíso para sus colonos blancos.
Obviamente, ese paraíso era un purgatorio o un infierno para otros. Ruivo observa que, al ser de izquierda, sus parientes no estaban manchados por el racismo brutal que caracteriza a otros blancos, pero no eran del todo inocentes de lo que denomina un “racismo cotidiano servido con té y tostadas”. A partir de ahí decidió viajar al África, ver y filmar los lugares donde sus abuelos habían vivido y sido felices. “Quería filmar la fuerza vital imparable que cambia, avanza y se regenera constantemente. Quería mostrar cómo los lugares son a la vez espacios de memoria y de transformación”.
La directora concluye su reflexión: “Hice esta película para salvar a mi abuela y, a cambio, la película me salvó a mí. Trabajar con personas que nunca antes habían estado en películas me ayudó a redescubrir el cine y devolvió, intacto, mi deseo de hacer películas, un deseo que creía haber perdido”.

Horarios

sábado 19 de julio
15:45
domingo 20 de julio
15:45
lunes 21 de julio
16:50
martes 22 de julio
16:50
miércoles 23 de julio
16:50