A diferencia de la mayoría de los films sobre el conflicto, La pasajera se inicia en tiempos de paz y empieza por señalar que en la sociedad de posguerra muchos victimarios no han encontrado castigo. En este caso se trata de una mujer, que se ha desempeñado en la guardia de Auschwitz y que en la vida civil se reencuentra por casualidad con una de sus víctimas. Al igual que otros pioneros films polacos sobre el tema, como Mujeres heroicas (1948) de Wanda Jakubowska, esta película fue filmada realmente en Auschwitz, que aún se mantenía tal como en tiempos de guerra. El director Munk, que fue un nombre esencial del nuevo cine polaco de los 50, murió en un accidente antes de finalizar el film y un equipo de discípulos suyos se encargó de terminarlo, siguiendo su guión de trabajo y utilizando fotos fijas. Se verá como complemento el cortometraje soviético Yo morí en Stalingrado.