En marzo de 2005, un equipo de fútbol juvenil de Costa Rica, el Club Deportivo San Isidro de Pérez Zeledón, llegó a los Estados Unidos para participar en la prestigiosa Copa Dallas. Unas semanas después se conoció la noticia de que era un equipo falso: en un ingenioso plan para emigrar a los Estados Unidos, los muchachos se hicieron pasar por promesas del fútbol para salir del país de una forma segura, burlando a los autoridades migratorias y a los organizadores de la copa. Años después, el ejercicio de narrar esta pequeña gran hazaña permite a algunos de sus protagonistas reflexionar sobre su significado.