Palestina, Reino Unido, Francia, Grecia, Países Bajos, Alemania, Catar, Emiratos Árabes, Dinamarca, 2024
Dirección: Mahdi Fleifel
Guión: Mahdi Fleifel, Jason McColgan. Fotografía: Thodoris Mihopoulos. Música: Nadah El Shazli. Producción: Inside Out Films, Homemade Films, Duckin' & Divin' Films, Nakba Filmworks, Studio Ruba. Elenco: Angeliki Papoulia, Mahmoud Bakri, Manal Awad, Mouataz Alshaltouh, Aram Sabbah.
Duración: 105 minutos
Este drama dirigido y coescrito por Mahdi Fleifel sitúa a sus personajes palestinos en un barrio marginal de Atenas, Grecia. Los protagonistas no quieren estar allí; intentan llegar a Alemania, donde hay una comunidad y una familia. Pero es complicado. Cuesta dinero. Y no tienen dinero.
Así que el más capaz de los dos, Chatila, recurre a todo tipo de travesuras para conseguir algo. Apenas la película lo presenta con su amigo Reda, Chatila le arrebata el bolso a una anciana turista. Sale corriendo por un callejón y se dispone a compartir su botín con Reda. Solo son cinco euros.
Claramente, se requiere una dosis suplementaria de ingenio. Interviene en la acción Malik, un chico de trece años sin hogar ni familia. Chatila es en el fondo un blando y pronto también está ideando una salida para el chico. Pero Reda es el principal interés de Chatila, porque es un drogadicto que intenta, sin éxito, desintoxicarse. De modo que Chatila debe mantener a Reda lejos de la droga, negociar con el falsificador de pasaportes local para obtener papeles para él y sus amigos. Su plan es arriesgado. Cuando conoce a la solitaria ateniense Tatiana, la convence para que ayude en un plan para sacar a Malik de Atenas; pero naturalmente intenta convencer a la tía de Malik en Italia para que primero le envíe algo de dinero primero.
Fleifel presenta con maestría a los personajes y su trabajo, hasta el punto de que uno no puede avanzar sin consecuencias impactantes para el otro. El dolor aguarda a un nuevo grupo de personas que ya han experimentado más de lo que les corresponde, pero esto es solo una consecuencia del avance de la historia, impulsado por su propio motor imparable.
Un guion tenso que no pierde tiempo en plantear la historia y los riesgos pero que, a la vez, atiende los detalles de sus vidas. Una casa ocupada superpoblada en Atenas puede no ser un hogar, pero aún quedan rastros del hogar que estos hombres traen consigo a dondequiera que van. El té de menta humea, las papas se fríen, Reda duerme semidesnudo con un tatuaje de Palestina visible en el torso. Bakri y Sabbah rebosan de vida. En contraste con la melancolía abatida de Reda, Chatila es la vitalidad misma: una fuerza hirviente de energía concentrada que explota en crueldad frustrada cuando alguien se interpone en su camino.
Mahmoud Bakri ofrece una espléndida actuación protagónica como Chatila, apretando la mandíbula mientras intenta mantener la calma a pesar de que su corazón se rompe constantemente. Como Reda, Aram Sabbah se muestra desgarradoramente vulnerable. Y Mohammed Alsurafa, como Malik, logra ser encantador sin caer en la frecuente cursilería de los actores infantiles.