En 1975 se celebra en Francia el juicio de Pierre Goldman, figura ardiente y controvertida, ícono de la izquierda revolucionaria en los años en los que los sueños de cambio resonaban aún desde aquel mítico Mayo de 1968. Aún siendo culpable de numerosos cargos, declaró su inocencia con respecto a una acusación de doble asesinato que le valió la pena de cadena perpetua. Veinte años antes del caso OJ Simpson, el juicio de Goldman refleja las tensiones políticas, ideológicas y raciales que marcaron los años setenta en Francia y Europa. Entonces considerado como el juicio del siglo, dividió a todo un país y amplió la brecha entre los intelectuales de derecha y de izquierda.