Mateus Lagoa y su esposa Irene van a celebrar su vigésimo aniversario de boda en un lujoso resort de una isla tropical, dejando a su hijo adolescente peligrosamente a la deriva. Antes de partir hacia el paraíso, durante una inesperada noche que pasan separados, se ven afectados por los efectos secundarios de una vacuna que se han dado para viajar: sufren fiebres, desmayos, escalofríos y alucinaciones de todo tipo. Un estado de ánimo melancólico se apodera de ellos y su mundo parece de algún modo fracturado, capaz de promesas insospechadas y peligrosas. La película se propone como un extenso juego de mímica, reflejos y engaños en el que las normas narrativas se difuminan por completo.