En el improbable intento de lograr procesar a un delincuente de alto perfil, la periodista japonesa Shiori Itô se embarcó en una valiente investigación sobre una agresión sexual que ella misma sufrió. Es decir, se propuso desafiar a su abusador. Su caso se convirtió en un hito histórico porque expuso los sistemas judiciales y sociales obsoletos de Japón, que encuentran correlatos en tantas otras partes del mundo. Esta película nació de la necesidad de Itô de documentar su investigación, cuestionando la negativa de las autoridades a seguir su caso cuidadosamente. Filmar este material fue una manera de registrar sus miedos, ansiedades y pensamientos, anticipando la reacción que vino después. Este viaje personal, visto desde la perspectiva de una víctima que reconstruye el crimen que experimentó, es una pieza de filmación concisa, guiada por un fuerte sentido de propósito e interrumpida por ocasionales momentos de alegría.