Estados Unidos, 1971
Dirección: Clint Eastwood
Guión: Jo Heims, Dean Reisner , sobre historia de Jo Heims. Fotografía: Bruce Surtees. Música: Dee Barton. Producción: Universal Pictures, Malpaso Productions , Jennings Lang. Elenco: Clint Eastwood. Jessica Walter, Donna Mills, John Larch.
Duración: 102 minutos
El uso de la música de Flack es uno de los primeros ejemplos del cuidado con que Eastwood trabaja sus bandas sonoras, que a lo largo del tiempo han incorporado temas de su frecuente cómplice Lennie Niehaus y hasta de él mismo y su hijo Kyle (recordar que antes de ser actor de cine Clint fue pianista de un grupo de jazz). La atención a la música aparecía en este caso justificada por la profesión del personaje interpretado por Clint, un disc-jockey de una radio de Carmel (la ciudad de la que terminó siendo alcalde), y era además un elemento importante del argumento: el propio título de la película, Play Misty for Me, era el reiterado pedido de una oyente con tendencias asesinas (Jessica Walter) que tras una fugaz aventura con el personaje de Eastwood se convertía en su acosadora, y era tratada por él de una manera que hoy no podría permitirse.
En retrospectiva, el asunto tiene bastantes puntos de contacto con Atracción fatal, aquella película en la que Glenn Close amenazaba la tranquilidad de la vida familiar de su ocasional amante Michael Douglas, con la diferencia de que Eastwood es un director más inteligente que Adrian Lynn. A la altura de Obsesión mortal, era también un realizador imperfecto, que por momentos se dejaba atrapar por ciertos desbalances de libreto que dispersan la atención; una edición más firme hubiera mejorado el resultado.. Pero en sus mejores momentos la película es una eficaz maquinaria de suspenso que sigue manteniendo al espectador al borde del asiento.
Esta exhibición especial puede parecer a primera vista un significado extraño. No se trata de un homenaje a nadie de los que trabajaron en ella sino a la cantante Roberta Flack, recientemente fallecida, que asoma en algunos momentos en su banda sonora.
Flack tenía ya dos álbumes en su haber, aunque no habían logrado captar la atención del público. Un día sonó el teléfono y su madre le dijo: “Es...