Estados Unidos, 2024
Dirección: Sean Baker
Guión: Sean Baker. Fotografía: Drew Daniels Montaje: Sean Baker. Productores: Alex Coco, Samantha Quan y Sean Baker, para Cre Film. Elenco: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borísov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Alekséi Serebryakov, Ivy Wolk.
Duración: 138 minutos
La ganadora de la Palma de Oro de este año en el Festival de Cannes es una frenética odisea neoyorquina que constituye la aventura tragicómica más envolvente y lograda hasta la fecha del cineasta Sean Baker. Anora, una joven stripper de Brooklyn, tiene la oportunidad de hacer realidad la historia de Cenicienta al conocer y casarse impulsivamente con el hijo de un oligarca ruso. Pero cuando la noticia llega a Rusia, su cuento de hadas amenaza con derrumbarse, ya que los padres se desplazan a Nueva York con la intención de anular el matrimonio.
Baker ha creado una auténtica screwball comedy del siglo XXI que aborda el trabajo sexual, el amor, la clase social y el dinero con franqueza y naturalidad. La película se desarrolla en un tono a menudo cómico, con varias escenas impecablemente orquestadas y llenas de energía, aderezadas con personajes ingeniosos. Pero tras ese brillo hay un frío neoyorquino que no deja de sentirse, aunque el tono sexy y apasionado lo oculte. Anora está llena de vida y de una cualidad reiterada en el cine de Baker, uno de los cineastas actuales más humanistas. Hay alegría junto a la tristeza, hay comedia dentro de la tragedia.
Baker ya ha contado historias sobre el trabajo sexual y las trabajadoras sexuales, pero Anora funciona en un registro diferente: la nota emocional con la que culmina toma al espectador por sorpresa, aunque si se lo piensa dos veces estaba largamente anunciada.
Entre las muchas virtudes del guionista y director Baker (y de su socia, productora y esposa Samantha Quan) está la habilidad para elegir un elenco excelente. La protagonista Madison había tenido una aparición breve pero realmente llamativa en Érase una vez en Hollywood de Tarantino, y es aquí una fuerza de la naturaleza: enojada, ardiente, feroz y dura como una roca, pero también con una capa de vulnerabilidad que logra ocultar a la mayoría de los personajes de la película, pero no al espectador.
Cinemateca ha dedicado ya un ciclo (incompleto) al director Sean Baker, a quien algunos denominan “el último cineasta independiente norteamericano”. Baker, que con Anora se encuentra a la altura de su octava película, nació en Summit, Nueva Jersey, el 26 de febrero de 1971. Graduado en la Universidad de Nueva York, su primer largometraje fue Four Letter Words, una película que escribió, dirigió y editó y gira en torno a la apariencia, los puntos de vista, las actitudes y el lenguaje de los jóvenes estadounidenses. Luego hizo Take Out, que coescribió, codirigió, coeditó y coprodujo junto a Shih-Ching Tsou y que tiene que ver con un inmigrante chino ilegal al que le queda sólo un día para conseguir el dinero y pagar una deuda de contrabando con la que se atrasó. Prince of Broadway (2008), el tercer largometraje de Baker, quien dirigió, escribió, coprodujo, filmó y editó, narra la historia de un estafador callejero de Nueva York que se gana la vida imitando marcas. Su cuarta película fue Starlet, coescrita con Chris Bergoch, donde exploró la improbable amistad entre dos mujeres una de 21 años y la otra de 85, cuyas vidas se cruzan en el Valle de San Fernando, en California. La quinta, Tangerine, siguió a una trabajadora sexual transexual que descubría que su novio y proxeneta la había estado engañando. Igualmente interesó su siguiente trabajo The Florida Project, sobre una niña de seis años que vive en un motel de mala muerte con su madre, una joven inconformista y rebelde. Ahora vuelve a llamar la atención con esta crónica de alegrías fugaces y dolores perdurables.