A sus 90 años en una vuelta al mundo incansable que ya lleva más de diez años y va desde Montevideo hasta el Lejano Oriente, José Mujica recorre el planeta dando testimonio de su historia de vida, e ilustrando la evolución que lo convirtió de practicante de la lucha armada a preso en condiciones muy duras y finalmente en presidente de la República. El
documental, dirigido por Pablo Trobo, quien fuera camarógrafo de José Mujica, forma parte de una trilogía sobre el expresidente uruguayo.

La idea germinó justamente cuando Trobo trabajó en el equipo de prensa de la campaña
electoral. Allí, afirma el director, tomó conciencia de que los discursos de Pepe transcendían la coyuntura político-electoral local, y constituían “una profunda reflexión filosófica”.
“Fui recopilando tanto material a lo largo de los años que terminé armando un documental en tres partes”, ha explicado Trobo. “Esta primera entrega está centrada principalmente en su filosofía de vida, la segunda se enfocará en su papel político y su visión sobre la integración de América Latina, y la tercera explorará su vida personal”.

El seguimiento cercano y permanente de la cámara de Movimiento 2052 que lo acompañó
en sus viajes revela las experiencias personales (y la astucia política “de barrio”) que llevaron a Mujica a convertirse en una celebridad internacional. Mujica desgrana sus ideas, sus preocupaciones y sus ideales acerca de un planeta que avizora un futuro inauspicioso; la búsqueda de una sociedad más justa y solidaria y el sueño de dejar un mundo mejor para las generaciones futuras.

El concepto de “Movimiento 2052” alude a un futuro donde la sostenibilidad y el respeto por el planeta serán cruciales para evitar un colapso irreversible. Pero el tiempo corre muy de prisa, nadie puede comprar un poco más, y Mujica es muy consciente de ello. La película, insiste el director, presenta a un “Pepe diferente: no es el Pepe (al) que estamos acostumbrados a ver todos los días”.