Cuando se oficializó la dictadura uruguaya el 27 de junio de 1973, aunque en realidad venía de algunos meses antes (febrero, por lo menos) José Gabay fue uno de los tantos compatriotas que debió afrontar el exilio. Su destino fue Suiza, desde donde se comunicaba con sus padres y su hermana y donde nació su hija Laura, autora de esta película.
Doce años después de su forzada partida, José regresó a Uruguay. En Suiza quedaron casetes y filmaciones. Del otro lado del océano, Laura, ya convertida en cineasta, con varios cortos en su haber, descubrió, tres años después de la muerte de su padre, una caja con el material que José enviaba a Montevideo.
En lo primero que Laura pensó fue en transcribir los cassettes, hasta que descubrió las filmaciones realizadas por el padre. La cineasta ha señalado: “Me sorprendió ver cómo filmaba, cómo se detenía frente a un paisaje. Yo había decidido estudiar cine, sin saber la mirada de mi padre. Me di cuenta de que había una historia para contar”.
Gabay ha explicado igualmente: “Descubrí que mi padre y su hermana llevaban más de cuarenta años intercambiando imágenes y grabaciones de sonido para compartir lo que estaban viviendo en distintos continentes. Mi padre huyó de Uruguay cuando tenía 21 años. Su hermana, mi tía, también se marchó unos años más tarde a Brasil, también con 21 años. Sin embargo, nunca le pregunté a mi padre el motivo de su exilio. Intentar comprender este silencio es el punto de partida de esta película. Recorriendo la historia familiar a través del material que me dejaron, intento comprender por qué se silenció esta violencia. Por extraño que parezca porque esta historia era parte de mi. Ahora me hago constantemente la pregunta: ¿por qué yo nunca pregunté?”.
Su decisión, añade, fue tratar de resolver el misterio de la figura paterna, a través de una obra de collage basada en los archivos familiares, pero la historia no se limita a su ámbito familiar. Se trata en cambio de un diálogo entre sonido e imágenes en busca de la construcción de la identidad migratoria y ordenar, en la medida de lo posible, una memoria fragmentada. Armar, con los restos del naufragio, una continuidad a través de la voz en off de Laura que, también de manera epistolar, le habla su padre.
De Laura Gabay vale la pena saber que es directora y productora. Estudió ciencias sociales y cine documental. Produce películas e imparte talleres de cine Super 8 . Tras varios cortos, en 2023 estrenó su primer largo, Para no olvidar, en el festival Visions du réel.