Francia, Estados Unidos, 2023
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Alllen. Fotografía: Vittorio Storaro. Producción: Petite Fleur Productions, Gravier Productions, Perdido Productions, Dippermouth. Elenco: Lou de Laâge, Niels Schneider, Melvil Poupaud, Valerie Lemercier, Elsa Zylberstein.
Duración: 96 minutos
Fanny y Jean parecen el matrimonio ideal: ambos son profesionales consumados, viven en un precioso apartamento en un exclusivo barrio de París y parecen tan enamorados como
cuando se conocieron. Pero cuando Fanny se cruza accidentalmente con Alain, un antiguo compañero de instituto, cae rendida a sus pies. Pronto vuelven a verse y se acercan cada vez más.
Woody Allen está de vuelta, con ochenta y ocho años, a pesar de la cancelación y las acusaciones por todos conocidas y con algunas virtudes que todavía conserva. Alguien está hablando ya de su “testamento cinematográfico”, pero es sabido que hay gente a la que encanta anunciar las necrológicas inminentes, y suelen equivocarse. Rodada y ambientada en París, y planteando el clásico triángulo amoroso de celos e infidelidades, con la sombra de Crimen y castigo de Dostoyevski (como en Crímenes y pecados) revoloteando sobre la historia. Allen vuelve sobre sus preferencias y lo hace con trechos muy atractivos aunque tal vez no sea el mejor Allen. Sin embargo Woody está allí: en el contraste, la bohemia parisina y el lujo, con un esmero por parte del enorme fotógrafo Vittorio Storaro para iluminar el primer espectro interior con tonos cálidos, en contraste con la frialdad más aséptica de los escenarios opulentos (a lo cual se añade un exquisito gusto por los exteriores naturales de París en otoño).
El resultado es agradable y placentero, con el apoyo del previsible jazz y un elenco cumplidor mayoritariamente francés (hace rato que Woody dejó atrás a sus manhattanitas) de rostros más bien desconocidos por estos lares.
Si la fórmula no es novedosa hay que reconocer que es, sin embargo, muy llevadera y a la altura de su película número cincuenta no se le puede pedir a Woody que sea un original. Talentos menores se han agotado antes, y Allen lo sigue teniendo, aunque avise desde el título que es cuestión de suerte.