Clara (Camila Peralta) es una treintañera que va a pasar unos días a la casa de campo de la familia de su novio. La falta de conocimiento de rock de la década del dos mil por parte de su pareja y un audio de una amiga de su infancia, la impulsan a un viaje introspectivo y nostálgico sobre su juventud y las presiones de un futuro incierto.
El propósito de la debutante directora Fabbri es fusionar elementos de ficción con documental. La película se ve constantemente interrumpida por videos caseros en VHS, donde incluso aparece la propia Fabbri, acompañados por grabaciones de audio de amigos de Clara en WhatsApp que narran anécdotas de esa juventud en los 2000. Estos archivos se manifiestan casi como fragmentos de los recuerdos de la protagonista, donde las calles de Buenos Aires se muestran distantes, nostálgicas y melancólicas.
En el presente, Clara busca capturar el viaje con la familia de su novio utilizando una cámara Handy, pero se encuentra indecisa sobre qué filmar. Parece carecer de una pasión definida y se ve enfrentada a más preguntas que respuestas. A esta inquietud se suma la noticia del inminente embarazo de su amiga Martina, dejándola en un estado de confusión respecto a su propia actitud ante la maternidad.
Clara se obsesiona con recordar los detalles de ese pasado a través de los mensajes de sus amigos, quizás como excusa para eludir la incertidumbre de su futuro. Las actuaciones de la familia del novio de Clara acentúan ese sentimiento de incertidumbre: son a la vez la nueva familia de Clara, y completos extraños.
La película organiza cuidadosamente los recuerdos vibrantes de los tempranos dos mil, hasta llegar tensamente a la noche del concierto de Callejeros, marcando un claro antes y después en la vida de Clara y en la historia del rock argentino. Pero Clara se pierde en el bosque es también una exploración de la incertidumbre que genera llegar a los treinta años, la presión por la maternidad, la nostalgia del pasado y el temor a un futuro incierto. Sobre esos y otros temas, la película formula más preguntas que respuestas.
Clara se pierde en el bosque es la ópera prima de Camila Fabbri, quien es también dramaturga, escritora y actriz. En 2019, la autora publicó El día que apagaron la luz, un libro de “no ficción” sobre la tragedia de Cromañón, donde murieron casi doscientos jóvenes en un concierto de Callejeros en Buenos Aires. Aunque la película no está basada en la novela, tiene una conexión con ella: el espectador llega a saber que Clara fue una sobreviviente de ese trágico recital, y los fantasmas de Cromañón la acosan todavía.