La acción de esta película transcurre durante un verano abrasador que tiñe casi todas las escenas diurnas de un tono naranja, incluso en lugares donde normalmente no hay luz solar y se centra en dos hermanos que disfrutan fumando tabaco sin parar. No tienen mucho más que hacer.

Purdey (Purdey Lombet) y Makenzy (Makenzy Lombet) transitan por un largo camino rural, con el sol brillando en sus ojos, llevando las compras (es una forma inteligente de enfatizar que no pueden permitirse un automóvil). Ella tiene 18 años y está pensando en la universidad, y él tiene 15, y acaba de suspender sus exámenes de fin de año. Viven en una casa contaminada con moho. Purdey tiene que dormir en la misma habitación que Makenzy debido a una gotera en el techo. Su madre soltera, una gran tolerante con el tabaco, rara vez está allí; demasiado ocupada con las borracheras como para proporcionarles una figura de autoridad.

Fumando, perpetrando delitos menores, hablando sobre chicas, jugando con el PlayStation y, en general, metiéndose en problemas, Makenzy tiene un gran talento para capturar la energía nerviosa de la juventud, traduciendo su ansiedad en rápidas descargas de dopamina en lugar de construir realmente algo con su vida. Purdey es más reflexiva, no tan rápida para apresurarse, quiere entender las opciones reales que se le presentan. Está sola y no está preparada para encontrar una situación de vida alternativa.

Aunque muchas películas de este género se conforman con utilizar un enfoque superficial, una fotografía cámara en mano sin inspiración y diálogos improvisados para sugerir la agitación de la juventud, el director de fotografía Frédéric Noirhomme encuentra composiciones sorprendentes que expresan un anhelo interno. Una toma en particular, repetida más de una vez, muestra a los niños en el lago; la mitad inferior de la pantalla muestra sus cabezas flotando sobre el agua, mientras que la mitad superior está llena de yates y surfistas; expresando la dura división económica en la Bélgica actual. Los momentos de los pequeños hurtos de Makenzy proporcionan una gran sensación de espacio, dando a sus travesuras profundidad y un poco de tensión. La película no solamente documenta las tribulaciones de la juventud, sino que las hace tangiblemente vivas.

Nacida en 1993 en Namur, Paloma Sermon-Daï es una directora y escritora belga. Estudió cine en la Haute Ecole Libre de Bruselas, donde su película de estudiante Makenzy fue seleccionada en Visions du Réel en 2017. Su documental Petit Samedi se estrenó en el Forum de la Berlinale de 2020 y ganó numerosos premios, incluido el Bayard D’Or en el Festival Internacional de Cine de Namur y el de Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine de Atenas. Llueve dentro de casa es su primer largometraje.