Un joven llamado Mahito tras perder a su madre se aventura en un mundo donde habitan vivos y muertos, un lugar fantástico donde la vida encuentra un nuevo comienzo. Este film, basado en la novela homónima (en japonés) de Yoshino Genzaburō que la madre de Miyazaki le regaló cuando era joven, es una mezcla de realidad y fantasía. Está ambientado en el Japón imperial, durante la guerra a principios de los años 40 del pasado siglo. Con aires a su obra más reconocida, El viaje de Chihiro, esta película de Miyazaki también lleva a su protagonista a conocer mundos desconocidos.
El de Mahito es un viaje cargado de mensajes, símbolos y referencias a las anteriores películas de Miyazaki (los fanáticos del director nipón lo disfrutarán especialmente).
Tras perder a su madre en un incendio durante la Segunda Guerra Mundial, Mahito se muda al campo con su padre y la mujer con la que este se casa, Natsuko, quien además es la hermana menor de su fallecida progenitora.
Mahito intenta encajar en su nueva realidad pero no lo consigue. Una peculiar garza, con rasgos humanos, un día le pregunta si quiere ver a su madre otra vez y ahí comienza el periplo en busca de algo de consuelo para poder seguir adelante.
Con su anterior película, El viento se levanta (2013), Miyazaki había manifestado que sería la última. Sin embargo, este nuevo estreno deja en evidencia que no fue así. De hecho, el propio Miyazaki, cuando empezó a diseñar este su vigésimo largometraje, tres años después de anunciar su retiro, afirmó:“No hay nada más patético que decirle al mundo que te vas a retirar debido a tu edad, y luego volver a anunciar otro regreso. ¿Es realmente posible aceptar lo patético que es eso, y hacerlo de todos modos? (...) ¿Lo es que una persona mayor se haga ilusiones de que sigue siendo capaz, a pesar de sus olvidos geriátricos? Claro que sí”.
Miyazaki nació en Tokyo, Japón, el 5 de enero de 1941. Gran aficionado a la historieta, encontró su verdadera vocación a una edad muy temprana y su primer contacto con el mundo de la animación tuvo lugar en el estudio Toei. Allí conoció a dos importantes figuras del mundo de la animación, Yasuo Otsuka y Isao Takahata, con quienes trabajó en su primer largometraje, La princesa encantada, en 1968.
Poco tiempo más tarde abandonó Toei y en los 70 comenzó a trabajar para Nippon Animation donde participó en series animadas como Heidi o Ana de los tejados verdes. En 1979 realizó sus primeros trabajos como director en la serie Conan el niño del futuro o la película El castillo de Cagliostro. Finalmente, en 1985, abrió su propio estudio de animación, el célebre Studio Ghibli, desde donde salieron importantes títulos que le han proporcionado un significativo reconocimiento como cineasta a nivel mundial. Una lista de esas muestras de talento en la calidad de dibujo, la invención creativa y la frecuente inspiración poética incluye títulos como: La princesa Mononoke, Porco Rosso, El castillo en el cielo, la ganadora del Oscar El viaje de Chihiro, El castillo ambulante o Ponyo en el acantilado, entre varios más.