Amanda es una preadolescente tímida y silenciosa. El agua es su mejor refugio, ese lugar aislado bajo la superficie en el que nada externo la toca, ni nada puede ser descubierto. Lejos de ser el centro de atención de sus padres, Amanda pasa la mayor parte del tiempo en la piscina, tratando de tener éxito en lo único que realmente le interesa. Los primeros cambios en el cuerpo, el despertar de la sexualidad, los amigos que empiezan a ser mirados de otra forma... todo parece estar cambiando en la vida de esta joven deportista. En el club de natación, dentro y fuera del agua, Priscila es su mayor rival.
Inspirada en sus propios recuerdos como atleta y uniendo sus dos grandes pasiones, cine y natación, Emiliano Cunha nos empuja a bucear con su ópera prima en las sensaciones y a recordar esos momentos en los que todo era nuevo e incierto. La novel Brídia Moni soporta con talento y entereza el peso emocional del film, está espléndida como Amanda, esa niña reservada, de mirada fuerte y expresiva que se refugia en la piscina de la insatisfacción personal que vive en su casa. Un magnético y sensorial coming of age ambientado en el competitivo y espectacularmente hermoso mundo de la natación.