Golsa es una adolescente de dieciséis años que vive con su familia en una pequeña población cerca de Teherán, y que pasa la mayor parte de su tiempo saliendo con un grupo de amigos. Un día, el grupo toma una decisión cuyas consecuencias tendrán dramáticos resultados y transformarán su diversión en algo mucho más complejo. Los posteriores sucesos cambiarán radicalmente la perspectiva de Golsa sobre la vida.
Descubierta en la sección “Generation 14 Plus” del Festival de Berlín 2018, donde obtuvo una mención especial, esta ópera prima es a la vez la narración de un suceso policial, un relato de iniciación y un certero retrato de la estratificación social del Irán contemporáneo. Al igual que esa cámara que se pega a sus hombros y la sigue de cerca, Golsa debe resistir ante una amenaza creciente, las presiones de su entorno, y sus propias contradicciones internas. El dilema moral al que se enfrenta la joven protagonista, magníficamente interpretada por Negar Moghaddam (toda una revelación) se sostiene gracias al gran pulso cinematográfico del novel cineasta, a la impecable fotografía de Ashkan Ashkani y a las interpretaciones de un elenco sobresaliente con el que construye escenas de impresionante fuerza. Deborah Young en The Hollywood Reporter ha señalado que se trata de una obra "bien definida, alegórica e inquietante (...) Interpretada y fotografiada con maestría, La doma muestra una autoridad que rara vez se encuentra en primeras películas". Por su parte Alissa Simon de Variety ha dicho que se trata de "una mirada provocativa al poder, el dinero, la hipocresía y las diferencias entre generaciones (...) Badkoobeh aprovecha la energía silenciosa e inquieta de Golsa para hacer que la película sea interesante"
Otro nombre iraní a agregar a la lista de cineastas que interesan, entonces: el del joven director Pooya Badkoobeh, nacido en Teherán en 1983, que se graduó en artes gráficas en la Escuela de Arte de su ciudad en el año 2000, y en estudios de teatro en la Universidad de Arte Dramático de Azad en 2005. Desde 2003 trabaja en publicidad televisiva, realizando anuncios comerciales y culturales. Ha dirigido varios cortometrajes nacional e internacionalmente reconocidos. La doma (que tuvo su prèmiere en el Festival de Cinemateca con su título internacional, Dressage) es su opera prima en el largometraje de ficción.