Portugal, 2018
Dirección: Paulo Carneiro
Guion: Paulo Carneiro.
Producción: Paulo Carneiro.
Fotografía: Pedro Neves.
Edición: André Valentim Almeida, Francisco Moreira, Paulo Carneiro.
Duración: 70 minutos
En una aldea remota del interior de Portugal, un joven cineasta rompe la ley del silencio para desenterrar la historia de sus abuelos. Domingos Espada nunca reconoció al progenitor de Paulo Carneiro. La relación que el primero mantenía con el hijo y Profetina, la abuela del realizador, se encuentra envuelta por una niebla de inmensas dudas que solo pueden ser despejadas aquellas gentes que los conocieron.
La pequeña aldea que se presenta en Bostofrio funciona como punto de encuentro de varias dualidades: el cielo y la tierra, el pasado y el presente, y la severidad y la delicadeza. La naturaleza desconfiada y sin embargo amable de sus gentes aparece destacada a lo largo de esta ópera prima que Carneiro —colaborador habitual de João Viana— realiza con evidente cariño, mientras lo acompañamos en su investigación. El joven recurre a la historia oral como recurso para conocer un pasado que no aparece en las fuentes escritas. Para captar la esencia de la aldea, del relato y de sus gentes, el cineasta utiliza principalmente planos fijos observacionales de larga duración, que transmiten esa historia oral en toda su honestidad, al tiempo que se impregnan de la inmensa belleza del lugar.