Irlanda, Reino Unido, 2022
Dirección: Kathryn Ferguson
Guión: Kathryn Ferguson, Ellie Emptage, Michael Mallie. Música: Irene Buckley, Linda Buckley. Canciones: Sinead O´Connor. Fotografía: Luke Jacobs Producción: Ard Mhacha Productions, Field of Vision, Northern Ireland Screen, Screen Ireland, Tara Films. Con Sinead O’Connor
Duración: 97 minutos
Cuando arranca la película se anuncia a Sinead O’Connor en algún espectáculo y, al subir al escenario, gran parte del público la abuchea. Luego la acción retrocede en el tiempo y, en una voz en off, Sinead dice: “me metí en la música como terapia” y cuenta cómo sufrió durante años una madre abusiva.
Este es el debut en el largometraje de la escritora y directora Kathryn Ferguson, quien en 2013 dirigió el video musica ** 4th & Vine**. Aquí vuelve a evaluar el ascenso y la caída de la independiente e inconformista cantante irlandesa. Se examinan todos los temas candentes, incluida la infame escena de Saturday Night Live donde destroza la imagen del Papa para protestar contra los abusos sexuales de la iglesia católica. La mayor parte de la película cubre de 1987 a 1993, cuando Sinead tenía entre 21 y 27 años. Examina cómo resiste las inmensas presiones para ceder en esto y aquello, como cuando su sello discográfico descubrió que estaba embarazada mientras grababa su álbum debut, le sugirieron que abortara y ella se negó.
Lo que hace esta película es mostrarle al mundo que las cosas que Sinead hizo no fueron actos aleatorios de autosabotaje, o peor aún, trucos publicitarios para apuntalar su carrera. Usó la plataforma global que tenía para hablar por aquellos que no podían ser escuchados, para darles una voz cuando nadie estaba escuchando. La música y el arte fueron las plataformas que le permitieron hacer esto y lo hizo de la manera más dramática imaginable.
El problema para Sinead era que estaba muy adelantada a su tiempo, viviendo en una época que no se atrevía a decirle la verdad al poder, en un mundo donde las plataformas de redes sociales y los movimientos de hashtags no existían. Si había alguien en su rincón, simplemente no se sabía porque tampoco tenía voz. Los medios de comunicación del mundo simplemente construyeron la versión de Sinead que querían que viéramos.
Owen Gleiberman en Variety ha descrito al resultado como un “documental incisivo y
conmovedor (...) Como muestra Nothing Compares O’Connor enmarcó su propia identidad como cantante de rock en torno a un grito de ira desde lo más profundo”. Para Shen Lnden, de The Hollywood Reporter, se trata de “un documental empático y perceptivo (...) Captura la intensidad emocional de O’Connor en los primeros años de su carrera”. Según Jordan Hoffman, de The Guardian, es “conmovedor, aunque limitado, documental (...) Una nueva visión de la vida y la carrera de la controvertida cantante nos muestra, eficazmente y sobre todo, lo que muchos de nosotros ya sabemos”.