Willka y Phaxsi son una pareja de ancianos de más de 80 años, que viven abandonados en un lugar remoto de los Andes del Perú, a más de cinco mil metros de altura. La pareja afronta la miseria y el inclemente paso del tiempo, rogando a sus dioses para que por fin llegue su único hijo a rescatarlos.
Sorprende la sugerente ópera prima del peruano Oscar Catacora por una fluidez cinematográfica, firme y delicada a un tiempo, propia de cineastas más experimentados. Íntegramente grabada en lengua aimara y protagonizada por el abuelo del director y una mujer, Rosa Nina, que en su vida había visto una película, Eternidad propone una necesaria reflexión sobre el deber de salvaguardar el legado cultural heredado.
Se trata de un cine que captura al ser humano sin artificios. Catacora, fiel al legado de Yasujiro Ozu, plasma un retrato de la vida humana transparente en su crudeza. Son noventa y seis planos fijos desposeídos de cualquier otro recurso que la imagen y el sonido ambiental para construir una elegía desbordante de realidad. Eternidad se postuló por Perú a los Oscar, y recibió el premio FEISAL y los galardones de mejor ópera prima y mejor fotografía en el Festival de Cine de Guadalajara.