Uruguay, 2022
Dirección: Andrés Varela
Guion: Andrés Varela. Fotografía: César Charlone. Producción: Coral Cine.
Duración: 74 minutos
Mario Benedetti y su esposa Luz López se conocieron muy jóvenes. Él tenía catorce años y ella era dos años menor que él. Benedetti espero seis años para declararle su amor y ella un minuto y medio en darle el sí. Con el paso del tiempo él se convirtió en empleado, periodista, escritor y otras cosas, y ella trabajó en el sector público. Compartieron la vida durante los sesenta años siguientes, hasta que ella comenzó a perderse en las tinieblas del Alzheimer. Fue un proceso gradual: primero algunas pérdidas de memoria, luego el olvido total, finalmente la muerte. Hasta último momento Benedetti ocultó a los demás esa enfermedad, como si negándola de alguna manera la suprimiera.
Este documental es la crónica de ese proceso de memorias y olvidos, el empeño por reconstruir los recuerdos que el destino borró, con sus pinceladas de asma, muerte y exilio, el regreso a un país diferente, las voces de los amigos y de los otros. Hortensia Campanella, presidenta de la Fundación Mario Benedetti, ha señalado que Luz “fue muy importante en la vida de Mario. Prácticamente todos sus libros de poesía están dedicados a ella y además, era la primera que leía todo lo que escribía. Además, tenía una vida propia muy interesante. En la película se han conseguido testimonios muy diversos y de gente que lo conoció de todas partes del mundo”.
La película recoge documentos hasta ahora inéditos y el testimonio de personalidades que conocieron a la pareja, entre ellos el expresidente José Mujica, los cantautores Joan Manuel Serrat, Nacha Guevara, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, el actor Héctor Alterio (que protagonizó la versión cinematográfica de su novela La tregua dirigida por Sergio Renán), así como familiares y otras personas con las que trabajó Benedetti. Había muchas maneras de aproximarse a la figura y la personalidad del escritor, pero el director Andrés Varela privilegió la relación con Luz. Quizás era el mejor punto de vista, porque esa relación marcó a Benedetti y abarcó toda su vida, de la adolescencia al final. Luz murió en 2006, y Benedetti la evocó expresamente en un poema incluido en su último libro, Testigo de uno mismo, publicado en 2008: “Acontece la noche y estoy solo/ cargo conmigo mismo a duras penas/ al buen amor se lo llevó la muerte/ y no sé para quién seguir viviendo”.