Cuando se conocieron, Sara vivía con François, el mejor amigo de Jean. Ahora, Jean y Sara se quieren y viven juntos hace 10 años. Un día, Sara ve a François por la calle. Él no se da cuenta, pero a ella le invade la sensación de que su vida podría cambiar repentinamente. Al mismo tiempo, François retoma el contacto con Jean por primera vez en años y le propone volver a trabajar juntos. A partir de aquí, todos perderán el control.
Pocas cineastas europeas hay actualmente como la francesa Denis. Su película indaga, mediante un singular trabajo con la imagen, en la pasión, la adicción psicológica, la culpa y el recelo a edades maduras. Un triángulo de sexo, amor irrefrenable, pasados de herida abierta y resentimiento a flor de piel. La película aborda la reactivación de una hoguera que parecía apagada, pero sólo reposaba en estado latente, dispuesta a incendiar la estabilidad emocional del personaje de la gran Juliette Binoche tan pronto reaparece el detonador que la enciende.
Con amor y furia es un drama de cámara que trabaja sus ideas a través de dos rasgos reconocibles de la puesta en escena: la presencia prominente de su banda sonora y el tamaño de sus planos. La música, una permanente colección de composiciones desgarradas, de notas penetrantes que elevan el potencial pasional de las imágenes, determinante para tejer el tono inquietante de su magnetismo del deseo, es más importante para transmitir significado que los diálogos. Esos sonidos hipnóticos realzan un visceral estudio del primer plano, que atrapa el suplicio que atraviesan los personajes, encerrando sus rostros, parcelando fragmentos de sus cuerpos que exhiben las cicatrices de la experiencia y son el paisaje del cariño. Una demostración más de la personalidad de su fascinante directora, cuyo film Beau travail (1999) viene de ser incluido entre las diez mejores películas de la historia del cine según la lista de la década de la revista Sight and Sound.
La crítica no ha cesado de valorar la película. Según el español Juan Sardá, de El Cultural, se trata de “un drama bien hilado, muy bien interpretado (...) Es una película “adulta” que deja la impresión de haber visto a personas de carne y hueso enseñando las entrañas. Un film notable”. Por su parte, Paula Arantzazu Ruiz, de Cinemanía, se refiere a ella como “una de las películas más deliberadamente ásperas de Claire Denis. (...) Una telaraña de mentiras, otra gran película de Denis”. Según Desirée de Fez, de Fotogramas ,la película “habla desde la piel, con la cámara atenta al cuerpo de los personajes, la ambigüedad de las emociones, las contradicciones del afecto y el conflicto entre el pensamiento y el deseo”.
Oso de Plata a mejor dirección en Berlín en 2022.