Habitada por recuerdos de infancia y por el deseo de un reencuentro, la joven Sara visita a su abuela paterna en su pueblo natal, en Uruguay. Hace más de diez años que Sara y sus padres emigraron. Tras la muerte reciente de su padre en Montreal, Sara espera restablecer contacto con su abuela y subsanar una larga ausencia. Pero un malestar flota en el aire... Sara tarda en descifrarlo. Sin embargo percibe rápidamente la diferencia entre cómo se imaginó su lugar de origen y la actualidad de este pueblo de ancianos olvidados por la modernidad, donde el calor es agobiante y los días parecen durar meses. Las rutas en febrero resultan interminables, realmente.
De madre uruguaya y padre argentino, la directora y guionista Katherine Jerkovic creció en Bélgica y Uruguay. A los 18 años decidió estudiar cine en Montreal. Allí escribió, dirigió y produjo varios cortometrajes de arte y de ficción. Ha recibido múltiples becas y sus cortometrajes han sido presentados en Montreal, Toronto, Nueva York, Francia, Alemania y Uruguay. Con respecto al criterio que presidió su estilo en ésta, su primera película larga y de ficción, Jerkovic ha dicho en algún lado que ha entendido su aproximación al cine narrativo como la explotación consciente del espacio en off de la narrativa, En sus palabras exactas: “El verdadero drama es lo que no vemos, lo que se siente, se sugiere, emerge a través de la superficie de las caras y los cuerpos. Siempre he tratado de capturar los cambios sutiles que hablan de estados más profundos, la huella efímera de un movimiento del alma. En este período de grandes tragedias humanas, a menudo representadas como grandes melodramas, no debemos olvidar que la verdad a veces se susurra, como en un mediosueño...”
Filmado en Uruguay, Las Rutas en febrero es su primer largometraje, premiado como mejor ópera prima en el festival de Toronto, y premio opera prima y a actriz (Arlen Aguayo) del Círculo de la Crítica de Vancouver.