Corea del Sur, 2003
Dirección: Kim Ki-duk
Con Oh Yeong-su, Kim Young-min, Seo Jae-yeong.
Duración: 103 minutos
En un templo que refugia a un maestro ermitaño y su discípulo, el niño se divierte torturando algunos animales. La película narra de qué manera ese niño cumplió el karma que él mismo se había señalado. El tema preferido de Kim (la violencia), esta vez en clave budista. Quizás una de las culminaciones de Kim.