China, 2024
Dirección: Jia Zhang-ke
Guion: Wan Jiahuan, Jia Zhangke. Fotografía: Nelson Yu Lik-wai, Eric Gautier. Música: Lim Giong. Producción: Xstream Pictures. Elenco: Tao Zhao, Zhubin Li, Zhou Lan, You Zhou.
Duración: 111 minutos
Cuando esta película se estrenó en Cannes, la crítica la vinculó con Boyhood , que seguía a un joven a lo largo de 12 años, con un nuevo segmento de la película rodándose anualmente. Pero Richard Linklater planeó de antemano su obra. El chino Jia, en cambio, abordó su película de forma más accidental, utilizando el confinamiento por la pandemia como excusa para revisar sus propios archivos. “Me impactó que el metraje no tuviera un patrón lineal de causa y efecto”, explicó el director. “En cambio, había una relación más compleja, similar a la de la física cuántica, en la que la dirección de la vida se ve influenciada y, en última instancia, determinada por factores variables difíciles de precisar”.
El resultado es una historia en tres capítulos, cada uno de los cuales se construye sutilmente a partir del anterior. El primero transcurre en 2001, cuando Qiaoqiao (Zhao Tao) vive en Datong, donde sale con Bin (Li Zhubin). Al principio, Qiaoqiao canta alegremente con sus amigos, pero será la última vez que el espectador escuche su voz. Es un testimonio de la cautivadora actuación de Zhao a raíz de la cual a lo mejor muchos espectadores no noten su silencio. Está presente incluso sin hablar, su mirada atenta lo capta todo, sus reacciones discretas expresan mucho.
Joven y con toda la vida por delante, Qiaoqiao anhela ser cantante, pero su futuro se ve truncado cuando Bin anuncia que se marcha a buscar mejores oportunidades económicas en otro lugar. Promete avisarle una vez que se haya establecido, pero el espectador sospecha que quizá Qiaoqiao nunca vuelva a verlo. En efecto, A la deriva incluye escenas y tomas descartadas de las películas anteriores de Jia. Zhao, quien en la vida real se casó con Jia hace más de una década, ha estado presente en su obra desde su exitosa película del año 2000, Platform, por lo que cuando se ve a Qiaoqiao al comienzo, lo que se muestra son imágenes de Zhao grabadas en esa época. Por otra parte, el drama de Jia de 2002, Placeres desconocidos, fue protagonizado por Zhao como una cantante en ciernes llamada Qiaoqiao, mientras que Li también apareció en Placeres desconocidos, así como en películas posteriores de Jia.
Como sea, quienes se inician en la obra de Jia distinguirán fácilmente las imágenes antiguas de la película, algunas capturadas con cámaras DV granuladas, mientras que el material más reciente presume de las elegantes composiciones de pantalla ancha que se han convertido en su especialidad. A la deriva sirve como una introducción práctica a la fascinación de Jia por la evolución política, cultural y económica de China, amplificando estos temas recurrentes con la ventaja de abarcar un cuarto de siglo. Alguien ha dicho ya que la Italia de la prosperidad de los años cincuenta y sesenta tuvo a su Antonioni. La problemática China del tercer milenio tiene a Jia Zhang-ke.