4 de Kim Ki-Duk

El año 2004 tuvo un significado especial en la trayectoria del director coreano Kim Ki-Duk. Aunque venía haciendo cine de antes y lo siguió haciendo después, ese fue el año de su afirmación internacional, con premios en el festival de Berlín (por Samaritan Girl) y Venecia (por Hierro 3).
Este breve ciclo constituye apenas un acercamiento a ese período de esplendor en su carrera, reuniendo cuatro películas rodadas entre 2003 y 2007.
Después de haber estudiado arte en París (no cine, como sostiene una difundida leyenda: de hecho fue poco más que un artista callejero que vendía sus cuadros en las plazas para sobrevivir), Kim Kiduk volvió a Corea y empezó su carrera como guionista y director en una película de bajo presupuesto, El cocodrilo (1996). Desde el principio, ni la crítica ni el público se han quedado indiferentes ante sus personajes retraídos, sus sorprendentes imágenes y sus mensajes sin precedentes. Los personajes de sus películas suelen proceder de los estratos más bajos de la sociedad y no son bienvenidos en ninguna parte. En esas circunstancias tan extremas, Kim Ki-duk logra sacar a la superficie la inocencia de lo más profundo del corazón de sus personajes a través de una lucha grotesca y maliciosa, frente a un entorno hostil y descrito a menudo de manera muy crítica. Pretender aislarse de ese mundo exterior tampoco funciona: los personajes de Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera o El arco pretenden construirse sus propias utopías, pero el “afuera” termina invadiéndolos.
En 2000 rodaría dos películas: la muy experimental Ficción real, filmada en apenas 200 minutos y montada en tiempo real, acerca de un artista callejero, su ex-novia, y otros personajes que atraviesan la plaza en la que éste ofrece sus obras durante la hora larga que dura el film, y el film que le representaría el salto a la fama crítica internacional: La isla (Seom), sobre la relación entre un fugitivo de la ley y la propietaria de un centro de pesca, en la que los inquilinos habitan tiendas flotantes en el lago. La isla se hizo notoria entre otras cosas por la crudeza de algunas de sus escenas, que llevaron al desmayo de un crítico en su premiere en el Festival Internacional de Cine de Venecia. La presencia de una prostituta, una figura recurrente en la filmografía de Kim, atrajo la ira del público coreano, y la violencia de algunas de las escenas provocó reacciones de desagrado, pero la obra estableció firmemente a su autor como una presencia significativa, y se proyectó en una docena de festivales en todo el mundo. Destinatario no identificado abrió el festival de Venecia al año siguiente, y Mal chico (2001), una nueva incursión en el mundo de la prostitución forzada y la violencia como vínculo amoroso. fue su primer éxito de taquilla.
Prácticamente desde el primer momento, sus películas fueron seleccionadas por diversos festivales internacionales de cine, lo que le ha dado la posibilidad de llegar a un público más amplio, y se ha consolidado en los últimos años con diversos reconocimientos y premios: Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera fue presentada a los Oscar en representación de Corea; Chica samaritana obtuvo el Oso de Plata a Mejor Director en el 54 Festival de Berlín, y en la 61 edición del Festival de Venecia fue galardonado con el León de Plata a Mejor Director por Hierro 3. Sin embargo su cine continúa generando rechazos en una franja de la sociedad coreana que tal vez se siente incómodamente representada en él. Las cuatro películas reunidas en el presente ciclo sirven empero para demostrar por qué el hombre importa.

Primavera, verano,otoño, invierno y otra vez primavera

DIR: Kim Ki-duk / 103 min.

Corea 2003.

Hierro 3

DIR: Kim Ki-duk / 95 min.

Corea del Sur 2004.

Aliento

DIR: Kim Ki-duk / 84 min.

Corea del Sur 2007.

Sueño

DIR: Kim Ki-duk / 95 min.

Corea del Sur 2008.

Otros Ciclos

Westerns dirigidos por mujeres

“No existe ninguna nación moderna en la que se mantenga tanto como en USA una semejante relación «dialéctica» entre el mito y la Historia (…). Es, pues, normal que una amplia labor de mitificación –o de fabulación– se haya producido a nivel literario y folclórico durante todo el siglo XIX, prefigurando de alguna manera la mitificación cinematográfica, casi aguardándola, puesto que, de hecho, la...

Ver más

Cine uruguayo: 10 años (parte 2). Ed. 2024

En la anterior programación pudimos armar un ciclo, y todavía quedó material para otro. Aquí está; un puñado de películas que abarcan desde el drama al miedo y la denuncia social, con varias muestras de atendible claridad.

Ver más